Talia Wegman Ostrosky es egresada de la UNAM como médico genetista y actualmente realiza un posdoctorado en epidemiologia genética y cáncer en el National Cancer Institute (NCI) en Bethesda, Maryland (EU). La prestigiada institución le otorgó el 9 de enero de 2018 el NCI Director’s Innovation Award, premio que apoya a jóvenes investigadores excepcionalmente creativos que proponen proyectos innovadores y de alto impacto.
Si bien se sabe que aproximadamente 90 por ciento de los casos de cáncer se producen por una interacción entre causas ambientales y genéticas, el diez restante se genera como enfermedad familiar por una mutación en su ADN, la cual se hereda de generación en generación. Esa es el área de investigación de la declarada orgullosamente mexicana Wegman Ostrosky, es decir, los genes en las familias que pueden están involucrados en esas enfermedades.
En entrevista explica quien realizara su doctorado en la Universidad de Guadalajara, que el mayor aporte como investigadora tiene que ver con dos puntos importantes: “el primero, la tecnología que usamos, hacemos estudios de exoma completo, lo cual quiere decir que en lugar de estudiar uno o algunos genes los estudiamos todos. Esto hace que el estudio y la comprensión del cáncer sea mucho más integral.
“El segundo, estudiamos tumores raros, esto es de suma importancia, ya que por el hecho de ser poco frecuentes son poco estudiados y los avances sobre tratamiento y pronóstico son pocos”.
La doctora Wegman Ostrosky ejemplifica su trabajo al referirse a los rabdomiosarcomas, tumores que afectan a niños y adultos jóvenes, que pueden crecen en diferentes partes del cuerpo, como cara (cabeza y cuello), extremidades, tórax y hasta útero o testículo. El 30 por ciento de los niños mueren a los cinco años, y los que viven tienen muchas complicaciones incluido riesgo de tener un segundo cáncer.
“Nuestros resultados parciales han encontrado que entre 10 y 15 por ciento de estos casos son causados por mutaciones en genes que confieren alto riesgo familiar, esto significa que una vez identificado la causa del tumor (que a veces este punto puede ser suficiente, el entender por qué da mucha tranquilidad) se debe buscar si otros familiares como los padres o hermanos también tienen la mutación y por lo tanto su riesgo de cáncer está aumentado. Una vez que se identifica se pueden hacer medidas de prevención de cáncer. Pero además nuestros resultados parciales también demuestran que algunos de estos genes mutados tienen opciones de tratamiento, por lo que en un futuro se podrían desarrollar tratamientos personalizados para estos pacientes”.
Talia Wegman llegó al NCI como investigadora del Instituto Nacional de Cancerologia (INCan), promovida por el doctor Luis A. Herrera Montalvo a fin de fortalecer un programa colaboración entre ambas instituciones. “Al término de mi ‘posdoc’ regresaré a mi institución a aplicar lo aprendido que incluye el análisis de los estudios de exoma, de enfermedades raras y la creación de cohortes para éstas y prevención de cáncer, además de continuar con colaboraciones”.
En esa institución participa también de una colaboración bilateral entre INCan-NCI, donde estudia el exoma de mujeres jóvenes mexicanas con cáncer de mama. (Agencia ID)