Investigadores del Instituto Tecnológico de Morelia (ITM) desarrollaron un equipo que calienta y enfría los metales en forma automática para obtener su temple, medir su dilatación y el cambio de su estructura molecular, ciencia básica que podría tener múltiples aplicaciones en un futuro inmediato, entre ellas en el sector automotriz. Además, mejoraron el proceso de obtención de hidrógeno al separar este elemento del agua.
El Doctor Gerardo Chávez Campos, jefe de División de Estudios de Posgrado e Investigación del ITM, explicó que actualmente se somete a los metales, para obtener su temple, a procesos de calentamiento y luego de enfriamiento, lo que modifica sus propiedades mecánicas, entre ellas maleabilidad y dureza.
Sin embargo, el proceso de calentamiento es lento e ineficiente pues requiere aproximadamente 40 a 50 minutos, debido a que primero se aumenta la temperatura del aire en un horno y a través de éste se transfiere el calor al metal.
Por ello, Chávez Campos, quien forma parte del posgrado en Electrónica, y Héctor Javier Vergara, del posgrado en Metalurgia de este instituto, así como Octavio Vázquez y Juan Alfonso Salazar, investigadores de la Cátedra Conacyt asignados a esta institución, decidieron realizar un estudio sobre la transformación de los metales y diseñaron un equipo más eficiente el cual inyecta corriente eléctrica a las piezas y logra que alcancen en segundos una temperatura de entre mil y mil quinientos grados centígrados y que el enfriamiento sea automático, lo que significará en la industria el aprovechamiento de tiempo de producción.
Asimismo, el gasto de energía es menor, por lo que disminuye los costos de producción. Además, este modelo incluye la posibilidad de aplicar gas argón a alta presión con el objetivo de acelerar el enfriamiento.
Además de medir y controlar la temperatura del proceso, el equipo contiene un dilatómetro, que determina cuánto se expande una pieza y se dilata, lo que ayuda a determinar en qué medida y en qué momento ocurren cambios en su estructura molecular.
También mide la capa de óxido y crecimiento de oxidación en tubos que se forma en este proceso, el cual es utilizado por empresas Termiun y Tamsa en diferentes procesos industriales.
Actualmente, los autores de este equipo han participado en el Programa de Estímulo a la Innovación (PEI) y de Innovación Tecnológica (FIT) del Conacyt y han logrado la vinculación con la industria. Se encuentra en proceso una patente para proteger su autoría intelectual.
Asimismo, Héctor Javier Vergara y Gerardo Chávez, Campos, investigadores del posgrado en electrónica del ITM, el estudiante de posgrado Mario Machado y alumnos de la licenciatura e bioquímica diseñaron un recubrimiento que permite proteger los electrodos que se utilizan en la producción de hidrógeno a través de electrólisis alcalina, la cual consiste en depositar electrodos en agua o en un electrolito y pasar corriente, con lo cual se logra una separación entre el hidrógeno y el oxígeno.
Además de proteger a los electrodos del desgaste que tienen en este proceso, este recubrimiento permite obtener una mayor cantidad de hidrógeno.
El hidrógeno, considerado como un posible combustible en un futuro próximo, es utilizado por la empresa Soluciones en Energías Renovables (SER) para limpiar los pistones de los automóviles que se desgastan por el continuo movimiento, sin necesidad de desmontar el motor, lo que se traduce en que el servicio que usualmente se realizaba en 50 minutos se concluya en quince y se obtenga mayor productividad en los talleres mecánicos. (Agencia ID)