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Advierte investigador emérito el desabasto en México de antiveneno para atender lesiones por araña violinista

Si bien se sabe que en el mundo hay 113 especies de arañas violinistas del género Loxosceles, en México están descritas hasta ahora 37 de éstas, mismas que son causantes de envenenamientos muy severos conocidos médicamente como Loxoscelismo.

Sin embargo, el país vive un desabasto de antiveneno para atender este tipo de problemas que pueden causar daños severos a nivel generalizado en todo el organismo, e incluso la muerte en quien los sufre.

Así lo manifiesta el doctor Alejandro Alagón Cano, investigador emérito de la UNAM, quien ha desarrollado antivenenos que se usan en México, Estados Unidos y cerca de 20 países de África y Medio Oriente.

“En los últimos años, muchos pacientes han muerto o quedado lisiados por falta de antiveneno”, puntualiza el investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM en Cuernavaca, Morelos.

En México, sólo el Instituto Bioclon, SA de CV tiene la aprobación por la COFEPRIS, otorgada en febrero de 2009, para comercializar antiveneno contra las arañas violinistas, desarrollado en colaboración con la UNAM. El primer lote de antiveneno, compuesto de varios miles de piezas, estuvo listo en septiembre de 2010 y caducó tres años después, en septiembre de 2013.

“Un cisma en la dirección de Bioclon/Silanes, ocurrido durante el primer semestre de 2012 interrumpió tanto la continuidad en la producción del antiveneno como la transferencia de la tecnología al Instituto Bioclon por parte de la UNAM”, refiere el autor de 17 patentes nacionales e internacionales y de otras 15 en trámite.

Las arañas violinistas (género Loxosceles) habitan en todo el país con concentraciones importantes en algunas regiones. En la mayoría de los envenenamientos, la piel se destruye en un radio de dos o tres centímetros alrededor del lugar donde ocurrió la mordedura y la curación toma algunas semanas.

No obstante, hay pacientes en los que la lesión cutánea se extiende considerablemente y requieren extensos trasplantes de piel para su recuperación. Otros desarrollan, además, daño generalizado en todo el organismo, como hemólisis (ruptura de glóbulos rojos), alteraciones en la coagulación de la sangre, daño en riñones, pulmones e hígado, que pueden causar la muerte.

“Todos los daños causados por el veneno de la araña violinista pueden limitarse con antiveneno específico. Entre más tarde se aplica los daños son mayores y su efectividad menor. Por ello, la disponibilidad oportuna del antiveneno es de máxima importancia”, destaca el doctor Alagón Cano, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005.

¿Qué puede hacerse para resolver el desabasto del antiveneno? El especialista del IBt hace tres planteamientos que no son excluyentes entre sí:

Primero, que el Instituto Bioclon vuelva a producir el antiveneno con tecnología convencional. Uno más es que al lote producido por el Instituto y que caducó en septiembre de 2013, después de los análisis correspondientes, se le extienda la fecha de caducidad, como ocurre en EU en casos similares.

Finalmente, que se permita el “uso compasivo” de un nuevo antiveneno anti-violinista, producido en México por Inosan, el AAA2013, registrado ante la FDA de EU con la clave de “Investigational New Drug”: BB-IND 15757.

En muchos países, el “uso compasivo” con medicamentos que aún no han sido autorizados por ensayos clínicos apropiados se permite en padecimientos que ponen en peligro la vida o son extremadamente discapacitantes, como es el caso del Loxoscelismo.

“En México, no existe legislación para el uso compasivo de medicamentos por lo que los médicos tienen nulo margen de acción para usarlos. De ahí la importancia de legislar y reglamentar su uso. (Agencia ID)