Creación de una retina sintética

Una nueva y revolucionaria retina sintética blanda podría ofrecer nuevas esperanzas a las personas con ciertas deficiencias visuales.

Hasta ahora, todas las investigaciones sobre retinas artificiales han utilizado solo materiales rígidos y duros. La nueva, liderada por Vanessa Restrepo-Schild, de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, es la primera que usa con éxito tejidos sintéticos biológicos, desarrollados en el laboratorio. Este avance podría revolucionar la industria de los implantes biónicos y conducir al desarrollo de nuevas tecnologías menos invasivas, cuyos productos finales se parezcan más a los tejidos del cuerpo humano que lo conseguido hasta ahora. Esta línea de investigación y desarrollo promete ser de gran ayuda para tratar afecciones oculares degenerativas como la retinitis pigmentosa.

De la misma manera que la fotografía depende de los píxeles de la cámara que reaccionan a la luz, la visión depende de que la retina realice el mismo trabajo. Esta última se halla en el fondo del ojo humano, y contiene células que convierten la luz en señales eléctricas que viajan a través del sistema nervioso. El proceso desencadena una respuesta cerebral, que consiste esencialmente en la construcción de una imagen de lo que se está viendo.

La nueva retina sintética de doble capa reproduce muy de cerca el proceso retiniano humano natural. La réplica de la retina consiste en gotitas blandas de material acuoso (hidrogeles) y proteínas de membrana celular. Diseñadas como partes de una cámara, las células actúan como píxeles, detectando la luz y reaccionando a ella para crear una imagen en escala de grises (en blanco y negro). El material sintético puede generar señales eléctricas que estimulan a las neuronas del fondo del ojo humano casi del mismo modo en que lo haría la retina biológica original.

La nueva retina, a diferencia de otras artificiales existentes, se fabrica con materiales naturales biodegradables, y no contiene cuerpos extraños. De esta forma, el implante es menos invasivo que un dispositivo mecánico, y es menos probable que se produzca una reacción negativa en el cuerpo.

Fuente: noticiasdelaciencia.com