Video La Corriente del Golfo, simulada al detalle con superordenador

Científicos están intentando una manera nueva e interactiva de entender los datos actuales de los océanos con la ayuda de simulaciones oceánicas globales de alta resolución.

En la parte de la visualización global mostrada, la Corriente de Bucle, el origen de la Corriente del Golfo, ocupa un lugar prominente. Las velocidades del agua superficial se muestran desde 0 metros por segundo (azul oscuro) hasta 1,25 metros por segundo (cian). El video se ejecuta a la velocidad de un día de simulación por segundo.

Un equipo del NASA Advanced Supercomputing (NAS), en el Centro de Investigación Ames en Silicon Valley, ha desarrollado una nueva herramienta de visualización que está siendo utilizada por los investigadores del proyecto ECCO (Estimating the Circulation and Climate of the Ocean) para estudiar el comportamiento de las corrientes oceánicas.

La nueva herramienta de visualización ofrece vistas de alta resolución de todo el globo a la vez, permitiendo a los científicos ver nuevos detalles que habían perdido en los análisis anteriores de su simulación, que se ejecutó en el supercomputador Pleiades de la NASA.

La visualización se muestra en un ‘hipermuro’ de 3 por 7 metros y 128 pantallas en la instalación de NAS. Cambiando la vista de hipermáquina de una imagen global a visualizaciones de regiones individuales, las propiedades tales como temperatura, tensión del viento superficial, densidad y salinidad pueden identificarse claramente con colores de alto contraste que se pueden cambiar al instante, informa la NASA.

El superordenador Pleiades y el ancho de banda de red de alta capacidad de procesamiento de datos del ‘hipermuro’ es uno de los sistemas de visualización más potentes del mundo y los científicos de ECCO lo usan para descubrir nuevas características oceánicas y su efecto en el sistema oceánico más grande.

El proyecto de visualización es una colaboración entre el Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley, el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena y el Instituto de Tecnología de Massachusetts en Boston.

Fuente: Europa Press