Icono del sitio INVDES

Una nueva técnica logra devolver la vida a obras de arte dañadas en tan solo 3,5 horas

Un equipo de investigadores del MIT presenta un método innovador que permite reconstruir visualmente pinturas antiguas sin intervención física

El paso del tiempo es implacable y, muchas veces, amenaza con borrar, erosionar o distorsionar obras de arte seculares que con el pasar de los años han perdido su esplendor. Los cuadros más famosos tienen la suerte de poder someterse a costosos procesos de restauración manual que, tras meses de meticuloso trabajo, consiguen devolverles la vida. ¿Pero qué pasa con todas aquellas obras que, ya sea por falta de tiempo o recursos, no pueden pasar por este tipo de tratamientos de restauración tradicionales? Un equipo liderado por el investigador Alex Kachkine, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), propone crear “máscaras digitales” que permitan restaurar la imagen del lienzo originar sin alterar ni un solo trazo. «El método podría suponer un punto de inflexión para museos, instituciones y colecciones que albergan obras dañadas cuyo elevado coste de restauración las condena a permanecer en almacenes, lejos de la mirada del público», afirma el especialista.

La propuesta de Kachkine, presentada este miércoles a través de un artículo de la revista ‘Nature’, es tan sencilla como ingeniosa. Según relata el especialista, su equipo y él han desarrollado una técnica que consiste en «escanear» el cuadro dañado, procesarlo mediante herramientas digitales para rellenar los vacíos y crear una lámina transparente de polímero para reconstruir visualmente las partes perdidas o deterioradas. «Hablamos de una «máscara digital» se coloca sobre el cuadro, corrigiendo visualmente los daños, pero sin cubrir las zonas que se conservan en buen estado. De esta forma se crea una especie de segunda piel, perfectamente alineada con las cicatrices del lienzo, que devuelve al espectador una imagen coherente del conjunto sin intervenir físicamente sobre el original», comenta el equipo que ha liderado este trabajo.

«El método podría suponer un punto de inflexión para museos que albergan obras dañadas cuyo elevado coste de restauración las condena a permanecer en almacenes»

Prueba de concepto

Para demostrar la eficacia de esta técnica, Kachkine aplicó esta metodología a una pintura renacentista anónima atribuida al ‘Maestro de la Adoración del Prado’, datada en el siglo XV. El cuadro, repleto de detalles minuciosos, presentaba una red de grietas y zonas despigmentadas tras siglos de exposición a condiciones ambientales adversas. Su proceso de «restauración digital» empezó con un escaneo de alta resolución de la obra. Después, con programas de edición, se reconstruyeron las zonas dañadas replicando patrones desde otras partes del mismo cuadro o incorporando detalles de obras similares del autor para reimaginar elementos perdidos. Finalmente, estas correcciones se imprimieron sobre una lámina plástica especialmente tratada y se aplicaron «con precisión quirúrgica» sobre la superficie original.

Gracias a esta técnica se consiguió restaurar una pintura renacentista del siglo XV en tan solo 3,5 horas

Los expertos afirman que gracias a estas herramientas lograron restaurar el cuadro en apenas 3,5 horas, frente a las más de 200 horas que habría exigido una restauración tradicional. Eso sí, para asegurar el éxito del trabajo los expertos afirman que se este proceso se debe abordar como un trabajo colaborativo entre restauradores, historiadores del arte y especialistas en herramientas digitales y que, además, se debe realizar con cautela y evaluar siempre el impacto de esta técnica caso por caso. «El objetivo es que, en un futuro, esta técnica se estandarice, se automatice y se utilice especialmente en obras de menor valor económico pero alto interés cultural. Así, piezas hasta ahora ocultas podrían volver a ser expuestas sin comprometer su integridad», comentan los autores de este trabajo, quienes definen este avance como una «oportunidad» para curar heridas del arte de la forma menos invasiva posible.

Fuente: eldia.es

Salir de la versión móvil