Imaginemos una pieza de tela de un único color que de pronto muestra un patrón de múltiples colores cuando cambia la temperatura ambiental. Y con cada cambio de este tipo, aparece un patrón completamente diferente.
Marjan Kooroshnia, de la Universidad de Borås en Suecia, ha desarrollado métodos que permiten justamente tales cambios. Esta investigadora se ha basado para sus diseños en una serie de experimentos con tintes termocrómicos, que han dado pie a la creación de varios métodos de trabajo y a dos herramientas pedagógicas en el contexto del diseño textil. Ahora ella espera que otros diseñadores e investigadores puedan desarrollar aún más estos métodos.
Kooroshnia empezó su investigación sobre descripciones ya existentes de algunas clases de tintes termocrómicos; por debajo de su temperatura de activación, están coloreados, y por encima de ella adquieren un tono claro. Además, normalmente se hallan combinados con pigmentos estáticos, lo que contribuye a marcar sus cambios de color.
Ella quería explorar las propiedades de diseño y la potencialidad de los tintes termocrómicos al ser usados sobre telas, y facilitar una mejor comprensión y un diseño más hábil de patrones de superficie dinámicos en el contexto del diseño textil. Kooroshnia empezó cada experimento haciéndose varias preguntas del tipo “¿qué pasaría si…?” y ensayándolas en la práctica. En total, ha llevado a cabo seis series de experimentos.
Después de muchas pruebas en el laboratorio de impresión, consiguió mezclar los tintes de manera que parecían similares cuando estaban en un estado no calentado, y cambiaban a diferentes colores como resultado de incrementarse la temperatura.
Después, exploró los tintes termocrómicos con diferentes temperaturas de activación para crear un amplio espectro de colores que aparecerían a distintas temperaturas. Utilizó tintes termocrómicos con temperaturas de activación de 27, 37 y 47 grados centígrados para crear un patrón dinámico por el cual el paulatino incremento de temperatura proporcionaba colores cambiantes siguiendo una secuencia específica; por ejemplo, el patrón poseía un color a 27 grados centígrados, otro a 37, y otro más a 47.
Fuente: noticiasdelaciencia.com