El aire acondicionado y otros métodos para enfriar espacios representan alrededor del 10% de todo el consumo de electricidad en países como Estados Unidos.
Ahora, unos científicos han desarrollado un material que enfría al portador sin usar nada de electricidad. El tejido transfiere calor, permite que la humedad se evapore de la piel y repele el agua.
Enfriar el cuerpo de una persona es mucho más eficiente que enfriar una habitación o un edificio entero si el objetivo solo son las personas. Se han diseñado diversas prendas de vestir y otros productos textiles para hacer precisamente eso, pero la mayoría tiene desventajas, como una escasa capacidad de enfriamiento, un gran consumo de electricidad, una fabricación compleja y lenta, y/o un alto costo.
El equipo de Yang Si y Bin Ding, de la Universidad Donghua en Shanghái, China, se propuso desarrollar un tejido de refrigeración personal que pudiera transferir eficientemente el calor fuera del cuerpo, y que al mismo tiempo fuera transpirable, repelente al agua y fácil de confeccionar.
Los investigadores fabricaron el nuevo material mediante el electrohilado de un polímero (poliuretano), una versión repelente al agua del polímero (poliuretano fluorado) y un material de relleno termoconductor (nanoláminas de nitruro de boro) en membranas nanofibrosas.
Estas membranas repelen el agua desde el exterior, pero tienen poros lo bastante grandes como para permitir que el sudor se evapore de la piel y que el aire circule.
Las nanoláminas de nitruro de boro cubren las nanofibras del polímero, formando una red que conduce el calor desde una fuente interior al aire exterior.
En las pruebas, la conductividad térmica ha sido mayor que la de muchos otros tejidos convencionales o incluso de alta tecnología.
Los investigadores creen que el nuevo tipo de membrana podría ser útil no solo para el enfriamiento personal, sino también para la recolección de energía solar, la desalinización del agua de mar y la gestión térmica de dispositivos electrónicos.
Fuente: noticiasdelaciencia.com