La compañía estadounidense-neozelandesa Rocket Lab se convirtió este viernes en la segunda empresa que consigue recuperar el cohete acelerador después de un lanzamiento exitoso al espacio, un sistema que permite reducir significativamente los costes de estas operaciones.
“¡Bienvenido de regreso a la Tierra, Electron!”, escribió en su cuenta de Twitter el fundador de Rocket Lab, Peter Beck, que compartió una fotografía tomada desde un barco en la que se ve el acelerador -bautizado como Electron- flotando en el Océano Pacífico.
El lanzamiento se llevó a cabo en Nueva Zelanda, de donde Beck es originario y donde fundó la empresa, y logró con éxito poner en órbita espacial a una treintena de satélites para diferentes clientes comerciales.
Recuperar el acelerador -el cohete amarrado al vehículo espacial que se usa para aumentar su potencia y capacidad en el despegue y que posteriormente se separa del mismo cuando se agota el combustible- ha sido uno de los principales objetivos de las empresas de lanzamientos espaciales los últimos años.
Al recuperarlos, estas empresas los pueden volver a utilizar para futuras operaciones, reduciendo así significativamente tanto el coste de las mismas como el tiempo que se tarda en llevarlas a cabo, puesto que ya no hay necesidad de construir un nuevo acelerador.
Hasta ahora, la única compañía que lo había logrado era SpaceX, fundada por el consejero delegado de Tesla, Elon Musk.
Para recuperar el acelerador, Rocket Lab usa un “ralentizador aerotérmico” que reduce la velocidad del cohete durante la caída a la superficie terrestre una vez se ha separado del vehículo, y cuando se acerca al océano, despliega un paracaídas que todavía lo ralentiza más y permite a los técnicos de la compañía localizarlo.
En esta ocasión, el cohete fue recuperado a unos 400 kilómetros de la costa de Nueva Zelanda, desde donde había despegado.
Fuente: EFE