El proyecto Metatool, liderado por el investigador Pablo Lanillos, comprende robótica, arqueología y neurociencia. Su equipo y él están probando autómatas que se perciben a sí mismos para que desarrollen nuevos utensilios desde cero y, de esta forma, comprender el proceso que iniciaron los homínidos hace 3 millones de años.
Arqueólogos y paleontólogos llevan mucho tiempo investigando sobre cómo los primeros humanos comenzaron a utilizar herramientas. Sin embargo, aún existen muchas cuestiones sin resolver respecto a cómo nuestros parientes primitivos empezaron a crearlas y a inventarlas, una característica que nos distingue de los animales y que marca el inicio de la tecnología.
En 2015, un equipo de científicos descubrió en Kenia 150 artefactos de piedra que datan de 3,3 millones de años, los cuales incluían martillos, yunques y cantos. El hallazgo constituye la prueba más antigua encontrada hasta la fecha de que los homínidos fabricaron utensilios. Hasta entonces las herramientas de piedra con mayor antigüedad localizadas eran de hace 2,6 millones de años.
Pablo Lanillos, coordinador de la iniciativa, es doctor en inteligencia artificial (IA) por la Universidad Complutense y, después de una larga temporada investigando en universidades de Alemania y Holanda, acaba de volver a Madrid, incorporándose al Centro Internacional de Neurociencia Cajal (CINC).
Una iniciativa disruptiva
Metatool ha recibido 4 millones de euros de financiación del Consejo Europeo de Innovación (EIC) recientemente. Los fondos provienen del programa Pathfinder, dedicados a la exploración de “ideas audaces para tecnologías radicalmente nuevas”. Es decir, iniciativas disruptivas que están muy lejos de la fase comercial, pero que se caracterizan por un “pensamiento visionario”.
El desafío de las “tecnologías de conciencia”
Junto a Metatool, hay otros siete proyectos que buscan resolver este desafío relacionado con las ‘tecnologías de conciencia’. Todos ellos arrancaron en noviembre. Según explica Lanillos, en esta primera fase los expertos en robótica, neurociencia y arqueología de materiales están tratando de entenderse y buscar puntos en común.
“Tenemos que hacer un experimento que sea factible para entenderlo a nivel paleontológico, para poderlo experimentar en personas actualmente y también para extrapolarlo a los robots”, asegura.
Fuente: SINC