Investigadores de la Universidad de Singapur han creado un sistema que aplica una distorsión a las imágenes imperceptible para el ojo humano, pero que evita que los ordenadores puedan reconocerlas
“En un segundo, el ojo humano no es capaz más que de ojear someramente algunas imágenes. En ese mismo periodo de tiempo, un ordenador puede realizar miles de millones de cálculos”. Con esta sugerente afirmación comienza el comunicado de la Universidad de Singapur (NUS) en el que anuncian la creación de una técnica que impide el reconocimiento de imágenes.
Una invención que tiene como propósito principal defender la privacidad digital, por ello, contextualizan su objetivo recordando que Facebook oInstagramson capaces de etiquetar automáticamente a un usuario en imágenes o que Google Photos, gracias a la tecnología de reconocimiento de imágenes de Google, puede agrupar las fotos según las personas que estén presentes en las mismas.
Las personas usuarias de redes sociales han de proteger su privacidad de otras personas, pero también de las máquinas. Como asegura el profesor Mohan Kankanhalli, decano de Informática en la Universidad de Singapur –y director del equipo de investigación–, la amenaza de un acosador humano es ínfima comparada con el poder de las máquinas.
Una distorsión visual imperceptible para el ojo humano
Durante seis meses han estado trabajando en este sistema que impide a las máquinas reconocer imágenes. Con las técnicas disponibles en la actualidad, explican, la distorsión de estas fotos las destrozaría por completo. Por lo tanto, lo que hicieron en NUS es crear un ‘mapa de sensibilidad humana’, con el que lograron analizar cómo reaccionan los humanos a distorsiones en diferentes puntos de la imagen.
En el estudio participaron 234 personas que vieron 860 imágenes. A todas ellas se les mostraron dos copias de una misma fotografía y debían decidir cuál había sido alterada y cuál no. La conclusión fue que la sensibilidad humana ante una imagen está influenciada por múltiples factores como la iluminación, la textura, los objetos o la semántica.
Gracias a este estudio, lograron ajustar su técnica para aplicar distorsiones mínimas en las imágenes y en áreas de baja sensibilidad humana, consiguiendo una alteración indetectable para el humano y que, a la vez, evita que las computadoras reconozcan las imágenes.
Planean extender el sistema que evita el reconocimiento de imágenes a los vídeos
El proyecto fue presentado en la 27 edición de la ‘ACM International Conference on Multimedia’. Allí, el profesor Kankanhalli señaló que ya era demasiado tarde para impedir a los humanos publicar fotos en las redes sociales, pero que se está a tiempo de trabajar con la inteligencia artificial en pos de proteger la privacidad.
Aspiran a que esta técnica que evita que las computadoras reconozcan imágenes llegue al usuario final, para que este tenga la posibilidad de aplicarla a sus fotos antes de publicarlas. También confían en que las propias redes sociales integren el sistema de manera predeterminada. Para el futuro, el equipo tratará de aplicar esta técnica a los vídeos.
Fuente: 20minutos.es