El desarrollo de robots blandos se había limitado hasta ahora a imitar o tomar como inspiración ejemplares y organismos de la vida moderna. Sin embargo, recientemente un equipo de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon desarrollaron un robot blando basado en una criatura que se extinguió hace más de 450 millones de años.
A través de la fusión de la paleontología y la robótica blanda (dedicada a emular seres vivos), el grupo de científicos desarrolló un robot basado en la pleurocistítida. Una criatura, relacionada con los equinodermos modernos, estrellas de mar, ofiuroideos, erizos de mar y otras especies.
La relevancia del estudio de esta especie recae en la hipótesis que consideran este fue el primer equinodermo capaz de moverse. Por lo cual, entender la forma en cómo se movía fue esencial para comprender diversos procesos evolutivos. Sin embargo, dada la falta de evidencia fósil, dichos procesos no han podido ser estudiados a detalle.
Así, en vista de entender decodificar los movimientos del organismo, los investigadores de Carnegie Mellon, crearon el prototipo «Rombot». Su construcción se realizó a través de la recolección de imágenes fósiles y generación de modelos 3D.
De acuerdo con un reporte de ArsTechnica sobre el estudio, el desafío fue replicar el tallo muscular blando del espécimen. Pues, los motores que impulsaban el movimiento del tallo eran más grandes que las dimensiones «reales» de la pleurocistítida. En su lugar, utilizaron un cable «de músculo artificial» compuesto de una aleación de níquel y titanio. El cual se contrae en respuesta a la estimulación eléctrica, con esto, lograron imitar la flexibilidad del espécimen.
Las conclusiones del estudio apuntan a que los movimientos de la pleurocistítida eran amplios y continuos. Para afirmar ello, los investigadores se basaron en el aumento del largo del tallo con el paso de los siglos. Sobre esto argumentan, esto se asocia a un aumento de velocidad en relación con un mínimo de energía adicional.
Si bien, esto no es determinante, además de allanar el camino hacia la comprensión de esta especie, los científicos consideran que el estudio juega un papel fundamental para sentar las bases de la paleobiónica. Un área de reciente estudio que podría brindar información adicional a la proporcionada por la evidencia fósil. Tomando ello en cuenta, el estudio sobre la pleurocistítida evidencia la capacidad de esta ciencia para «resucitar» organismos y ahondar en la locomoción y biomecánica de especies extintas.
Fuente: notipress.mx