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Por qué es tan difícil construir un ascensor para llegar al espacio

Por qué es tan difícil construir un ascensor para llegar al espacio

Cada semana, los lectores nos envían preguntas para que nuestro periodista especializado en el espacio, Neel V. Patel las responda. Esta semana hablamos sobre los ascensores espaciales.

Pregunta

El pasado mes de septiembre, un equipo de científicos ​publicó un estudio que afirmaba que sería posible construir un ascensor/cable espacial con la tecnología actual . Esto me hizo pensar: ¿cuál sería el método más prometedor para construir un ascensor espacial, según los científicos? ¿Se ha descubierto si los ascensores espaciales serían capaces de operar teniendo en cuenta toda la basura espacial en la órbita baja terrestre? – Erin.

La respuesta de Neel

Para aquellos que lo desconozcan, un ascensor espacial es básicamente lo que su nombre indica: un ascensor que nos llevaría al espacio (¿han leído el libro Charlie y el gran ascensor de cristal?). La idea consiste en que un ascensor podría evitar el fuego, el ruido y otras costosas parafernalias necesarias para llevar una carga útil más allá de la atmósfera del planeta y al espacio. Con un ascensor espacial, básicamente subiríamos a la órbita como si estuviéramos subiendo al último piso del Burj Khalifa.

Hemos publicado artículos sobre los ascensores espaciales recientemente. De hecho, hemos escrito uno precisamente sobre el mismo artículo al que hace referencia en su pregunta (ver El futuro viaje de la Tierra a la Luna a bordo de un ascensor especial). Dejaré que ese artículo sea la explicación completa de lo que se propone con el nuevo diseño y por qué se supone que este es el que podría funcionar y simplemente proporcionaré una versión resumida.

Un ascensor espacial tiene que subir y bajar por un cable. Si quiere llegar a la órbita geosíncrona, por ejemplo, harían falta 42.000 kilómetros de cable. Cuanto más largo sea ese cable, más difícil será garantizar que es suficientemente estable para evitar que se caiga o se rompa por los factores causados por distintos elementos externos, como vientos extremos, terremotos, etc. Por desgracia, actualmente no tenemos ningún material que sea suficientemente fuerte para soportar una estructura tan larga y enorme (y además sería algo que por supuesto provocaría la quiebra inmediata de la mayoría de los países).

En cambio, los investigadores en este último estudio proponen construir un spaceline (algo así como cable del espacio) que esté anclado en la Luna y cuelgue hacia la Tierra. Las diversas fuerzas en juego en ese tipo de diseño son mucho más fáciles de soportar, por lo que los investigadores piensan que sería posible construirlo con materiales convencionales.

¿Eso significa que pronto tendremos un spaceline? No. Ni siquiera es necesario entrar en los problemas más complicados de la física relacionados con esta idea para entender por qué no será así. Este diseño de ascensor terminaría un poco más cerca que la órbita geoestacionaria, por lo que aún tendremos que descubrir cómo llegar desde la superficie de la Tierra hasta ese punto. Nunca hemos construido ningún tipo de gran estructura en la Luna, por lo que no está del todo claro cómo podríamos anclar algo tan grande y largo en ese cuerpo que tiene solo una sexta parte de la gravedad de la Tierra. También se pueden plantear cuestiones sobre qué valor tiene este artilugio, ya que dejar la densa atmósfera de la Tierra y la poderosa gravedad es la parte costosa, mientras que llegar a la Luna no lo es tanto.

Pero supongamos que esos problemas se resuelven de alguna forma.

Sobre su segunda pregunta: ¿serían los escombros en órbita un problema? Sí, lo serían. Cuando la Estación Espacial Internacional recibe la amenaza de un choque con un satélite en órbita, puede encender sus propulsores para apartarse del camino. Un ascensor espacial, ya esté anclado a la Tierra o a la Luna, es estático e inamovible. Está a merced de cualquier objeto que se dirija hacia él, aunque quizá ese objeto sea un satélite que puede moverse. Pero a lo mejor está roto o inactivo. También puede ser un pedazo de escombro que ni siquiera habíamos detectado. Como ya hemos mencionado en otra ocasión, incluso un trozo de basura de solo unos milímetros de grosor podría provocar serios daños.

Quizá si alguna vez descubrimos cómo hacer que un ascensor espacial funcione, también habremos descubierto cómo limpiar activamente la órbita de la Tierra de toda esa basura que pasa a 32.000 kilómetros por hora. Pero de momento es un gran interrogante.

Fuente: technologyreview.es

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