La piel electrónica podría ser una realidad muy pronto. Un equipo de investigadores ha logrado importantes avances al respecto
La tecnología destinada a la salud ha dado importantes pasos en los últimos años. La digitalización nos ha permitido contar con múltiples herramientas adicionales para conocer métricas sobre nuestro bienestar, así como muchos tips y recomendaciones para sentirnos mejor. ¡Por no hablar de soluciones que tenemos en nuestro smartphone que se asemejan con equipos médicos! El mejor ejemplo de ello nos lo muestra la capacidad para detectar infartos del Apple Watch.
Pese a este tipo de avances, llama la atención ver cómo contamos con otra serie de soluciones físicas. La Lo que comúnmente conoceríamos como hardware es algo relacionado con el ámbito computacional, pero hoy queremos mostrarte cómo hay otro tipo de soluciones que están cobrando una especial relevancia. Un buen caso puede ser el relacionado directamente con lo que se conoce como piel electrónica. Sí, conocíamos el término piel sintética, pero esto va mucho más allá.
Se trata de una tecnología de nueva factura que tiene como principal objetivo imitar, al máximo posible, la piel del ser humano. Tal es el nivel de copia que se pretende ofrecer que disfruta de su correspondiente vello. De hecho, esta especie de pesos sintéticos son capaces de reaccionar, por ejemplo, ante cambios en la temperatura exterior. Sus aplicaciones, como podrás imaginar, pueden llegar a ser únicas.
Veamos, por tanto, cuáles son las principales características de esta nueva tecnología, por qué puede ser diferencial la propuesta alcanzada por un equipo de investigadores y, sobre todo, hasta qué punto nos encontramos ante una solución capaz de ser aplicada en la vida real. He aquí las claves de uno de los proyectos con más potencial presentes en la rama científica.
La piel electrónica y su gran potencial en el futuro
Un equipo de investigación dirigido por Oliver G. Schmidt, jefe de la Cátedra de Sistemas de Materiales para Nanoelectrónica y Director Científico del Centro de Investigación de Materiales, Arquitecturas e Integración de Nanomembranas (MAIN) de la Universidad Tecnológica de Chemnitz, ha conseguido desarrollar una serie de campos magnéticos con el objetivo de mejorar la integración del componente matriz, es decir, la piel. De esta forma, este nuevo material es capaz de diferenciar en sentido del tacto y en qué dirección se produce.
Curiosamente, la producción de esta tecnología se puede realizar a través de un proceso de impresión 3D, por lo que podría obtenerse una gran cantidad de unidades con poco esfuerzo. La copia del tacto humano puede ser la verdadera diferenciación de esta tecnología en relación a cualquier otra solución anterior, ya que es lo que permitiría a una persona recuperar, por ejemplo, sensibilidad en un área castigada de su cuerpo.
Con el objetivo de alcanzar el desarrollo de esta propuesta, se ha llevado a cabo la solución micro-origami, un sistema que permite que una gran cantidad de componentes electrónicos de muy reducido tamaño encajen en un espacio igualmente pequeño. De esta forma, es inapreciable la conjunción de los diversos elementos, lo cual facilita la integración en esta especie de piel electrónica sensible a los estímulos del tacto.
Una investigación que destaca por ir más allá en el sector de la piel sintética
La incorporación del vello en la fórmula permite entender hasta qué punto es posible obtener respuesta frente a los estímulos. Esto es lo que convierte a esta especie de piel electrónica en una alternativa para continuar su desarrollo en el futuro. Al fin y al cabo, su aplicación tiene un gran potencial en caso de quemaduras graves. Cabe destacar, además, la interacción que se produce entre un pelo y los demás que están a su alrededor.
Esto es lo que permite un movimiento en cadena del vello de alrededor, lo cual parece cobrar vida al material sintético. Es un primer paso para comprender cómo una potencial regeneración de la piel podría dar lugar a la incorporación de soluciones de esta clase. Al fin y al cabo, se conseguiría un resultado mucho más eficiente en términos de recuperación.
Habrá que esperar un tiempo para comprobar si este tipo de proyectos culminan con una implementación en el ser humano. El mercado de la biónica está centrado en elementos metálicos, pero se espera que, en un futuro, el uso de este tipo de pieles electrónicas puedan servir como complemento para dar todavía más sentido a las prótesis de extremidades.
Fuente: mundodeportivo.com