Un reactor tipo tokamak de Francia ha conseguido mantener el plasma estable mediante fusión nuclear durante 6 minutos. La ciencia estudia nuevos materiales con los que alargar este récord.
La energía limpia casi ilimitada está más cerca gracias a un reactor de fusión en el sur de Francia conocido como WEST. La planta ha conseguido que el plasma alcance los 50 millones de grados durante 6 minutos de manera relativamente estable.
El objetivo de la ciencia es conseguir que el plasma se mantenga caliente durante horas, pero WEST ha marcado un récord mundial con 6 minutos. Esto ha sido posible gracias a las características del reactor tipo tokamak con forma de rosquilla de apenas 2,4 metros de ancho y alto capaz de producir el mismo tipo de energía que alimenta al Sol.
«Estamos intentando crear un Sol en la Tierra», ha explicado Luis Delgado-Aparicio, responsable de proyectos avanzados del Laboratorio de Física de Plasma de Princeton (Estados Unidos), a Business Insider. El desafío es grande, pero algunas investigaciones van por buen camino.
La fusión nuclear es el sistema de generación más poderoso que se conoce ya que los núcleos atómicos se combinan para liberar energía. La fisión provoca que los núcleos se dividan, una técnica que alimenta los reactores nucleares modernos.
Los científicos aseguran que la fusión permitirá generar casi 4 millones de veces más energía por kilogramo en comparación con los sistemas que usan combustibles fósiles. Esta técnica es relativamente limpia, ya que en el proceso no utiliza carbono.
WEST no utilizará la fusión para generar electricidad para suministro de los hogares, sino para seguir investigando esta técnica. El reactor permitirá trabajar de la mano con el ITER con características similares que se está construyendo también en Francia.
Si el proyecto sale como se espera, el ITER será capaz de quemar plasma de forma estable. Una vez que se consiga estabilizar el proceso, la industria podrá hablar de aprovechar la energía con fines comerciales.
El ITER se enfrenta a problemas técnicos y una falta de financiación, así que por el momento WEST está tomando el protagonismo de los experimentos.
La clave del éxito del reactor de fusión WEST y los retos a los que se enfrenta
El principal obstáculo al que se enfrenta la fusión es la cantidad de energía que se necesita para generar unas temperaturas extremadamente altas. Los reactores no pueden mantener el plasma tan caliente durante demasiado tiempo y el sistema no es eficiente: consumen más energía de la que producen.
WEST ha generado un 15% más de energía en comparación con los intentos anteriores y el plasma era el doble de denso, otro factor que influye a la hora de aumentar la producción energética.
Los científicos están probando diferentes materiales en las paredes interiores, los cuales deben soportar temperaturas extremas sin que enfríen el plasma al entrar en contacto.
Este tokamak puede triplicar la temperatura del centro del Sol. El carbono parecía una buena opción, pero absorbía tritio, un tipo de isótopo de hidrógeno imprescindible para la fusión. «Era una esponja que absorbe el combustible», ha explicado Delgado-Aparicio.
El tungsteno se empezó a utilizar en los primeros experimentos en 2012 y está dando buenos resultados. El ITER se está fabricando con este material gracias a su capacidad para resistir al calor sin absorber tritio.
¿La desventaja? El tungsteno se puede derretir y contaminar el plasma, lo que lo podría enfriar. Los científicos están trabajando ahora en comprender cómo se comporta en contacto con el plasma, medir la cantidad que se cuela en él y calcular su impacto.
Fuente: computerhoy.com