Un nuevo estudio sugiere que las personas pueden adaptarse al uso de brazos robóticos adicionales en la realidad virtual. Y ver a dichas partes como otras extremidades de su cuerpo. Esto es una respuesta interesante, ya que durante años los científicos han investigado cómo nuestro cuerpo asimila las herramientas. Hoy en día se piensa que cuando tomas una llave inglesa, tu cerebro la considera como un sustituto de tu mano.
Entonces, ¿qué sucede con la percepción de tu propio cuerpo cuando agrega partes completamente nuevas? Esta es una pregunta que podría ayudar en el diseño de nuevos dispositivos robóticos y espacios de realidad virtual. Muchos especialistas en robótica están interesados en darle a los humanos la capacidad de utilizar extremidades adicionales y que estas les permitan completar tareas que requieren un brazo o una pierna adicional. Sin embargo, lo importante aquí es comprender si esto es posible y cómo llevarlo a cabo. Esa es la clave para diseñar piezas de cyborg de la vida real, al igual que videojuegos inmersivos.
¿Cuál fue el objetivo de esta investigación que determina que las personas se pueden adaptar a brazos extra en la realidad virtual?
El mes pasado fue publicada una investigación en Scientific Reports. Allí, los investigadores llevaron a los participantes a un entorno de realidad virtual que incluía un avatar de ellos mismos, con un par adicional de brazos robóticos virtuales justo debajo de los reales.
De acuerdo con ken Arai, coautor del estudio: “El entorno de realidad virtual fue crucial para comprender cómo los humanos podrían adaptarse a partes del cuerpo robóticas adicionales”. Y es que, en VR, el lapso de tiempo entre la entrada de los sensores y el movimiento visible de los brazos virtuales es más corto, lo que hace que la experiencia sea más real.
Así se realizó el experimento
- Los participantes controlaron los brazos robóticos simulados usando sensores conectados a sus pies y cintura.
- Mover la parte inferior de la pierna en el mundo físico activa el brazo adicional de ese lado del cuerpo para moverse en el espacio de realidad virtual.
- En cambio, doblar los dedos de los pies les ayudaba a indicar a esa mano virtual que hiciera un movimiento de agarre.
- Hay que añadir que las personas que manipulaban los brazos en la realidad virtual también podían sentir cuando las extremidades interactuaban con objetos virtuales.
- Una vez conectados a la configuración de realidad virtual, los participantes se sumergieron en una tarea de coordinación. Allí debían usar los brazos adicionales para “tocar” las bolas que aparecían en lugares aleatorios.
- Luego de cada intento, los participantes calificaron su grado de acuerdo con afirmaciones como: “Sentí cómo si las extremidades/brazos del robot virtual fueran mis extremidades/brazos”. También decía: “Sentí como si los movimientos del brazo del robot virtual influyeran en mis propios movimientos”.
- Cuando los participantes completaron la tarea de tocar la pelota varias veces, las respuestas de las personas se volvieron más rápidas. De hecho, también informaron que se sentían más dueños y responsables de sus nuevos brazos.
Un experimento extra
- Este experimento probó la rapidez con que las personas movían sus brazos robóticos en respuesta a toques virtuales.
- Aquí, los participantes sintieron vibraciones en sus pies mientras veían objetos virtuales tocar sus extremidades artificiales.
- También se les indicó que alejaran sus brazos robóticos de esos objetos. A veces, la ubicación de la vibración física en el pie coincidía con la ubicación donde la pelota virtual tocó la extremidad.
- Cuando la ubicación visible del objeto VR y el lugar donde se sentía como si la extremidad robótica estuviera siendo tocada se alinearon, los participantes sacudieron sus brazos robóticos un poco más rápido.
- Este patrón también se observó cuando se llevó a cabo el mismo experimento en las extremidades del mundo real de las personas.
- Los investigadores creen que esto es una señal de que el sentido subconsciente del espacio personal de los participantes se expandió. Y con el fin de incluir el área visible alrededor de sus brazos robóticos en la realidad virtual.
¿Cuáles fueron los resultados de este estudio sobre el manejo de brazos robóticos extra en la realidad virtual?
Todos los resultados sugieren que los participantes sintieron que habían adquirido partes del cuerpo completamente nuevas. Esto abrió un mundo de posibilidades virtuales y reales.
De acuerdo con Andrea Stevenson Won, investigadora de interacción humano-computadora:
“En la realidad virtual, podemos tener avatares de cualquier forma o dimensión. Podrías darte alas y volar en un espacio virtual y obtener esta experiencia eufórica. Aprender más sobre cómo se sentirán las personas acerca de las partes adicionales del cuerpo de sus avatares ayudará a los investigadores a diseñar esa experiencia. Cómo la gente puede interpretar los cuerpos de los avatares, que no existen físicamente, y reaccionar ante ellos como si fueran reales en algún sentido es una pregunta interesante”.
Arai, por otro lado, está muy entusiasmado con el potencial de expandir lo que los humanos podrían hacer en el mundo físico: “Tal vez este conocimiento [del sistema VR] también se pueda adaptar al sistema robótico real. Este tipo de circuito de retroalimentación será muy importante para mejorar los diseños de extremidades robóticas supernumerarias. Queremos permitir cosas imposibles para los humanos. Si queremos agregar más extremidades, eso debería ser posible. Todo debería ser posible”.
Esperamos que todo esto siga avanzando y muy pronto podamos tener algunos brazos extra en el mundo real. ¿Se imaginan lo que podrían hacer los chefs gracias a esto? Increíble.
Fuente: tekcrispy.com