En 2015, Kathy Beitz, una mujer de 29 años con problemas severos de vista desde que era niña, pudo ver por primera vez a su hijo recién nacido. De hecho, en aquel mismo momento Kathy vio por primera vez en su vida un bebé.
Para que aquello fuera posible Kathy se colocó unas gafas eSight. Se trata de un dispositivo parecido a las gafas que se usan para la realidad virtual, pero están diseñadas para mejorar y hasta devolver la vista de las personas con visión muy baja o casi nula. En España, que sigue la clasificación de afecciones visuales de la OMS, una persona se considera “legalmente ciega” cuando su agudeza visual es de 20/200 o 0,1 o menos después de aplicar toda la corrección que sea posible y en el mejor de los ojos. Y se considera ciego o invidente cuando la visión es menor de 20/400 o 0,05 o cuando el campo visual es inferior a 20° grados. Lo normal es tener una agudeza visual de 20/20 y un campo visual de 180°.
Esto significa que hay numerosos casos de ceguera en los que todavía existe cierta actividad en la retina y en los que aún se perciben luces y sombras aunque la agudeza visual se sitúe por debajo del límite de la ceguera. Según la OMS, en todo el mundo hay unos 285 millones de personas legalmente ciegas, 39 millones son ciegas y 246 millones tienen la visión baja o muy baja. Y un dato para tener en cuenta: el 80% del total mundial de los casos de discapacidad visual se pueden evitar o se pueden tratar.
Precisamente estos son los casos a los que van dirigidas las eSight 3, la tercera generación de unas gafas que, como a Kathy, permiten a personas legalmente ciegas ver, moverse y ganar independencia. «Porque todo el mundo merece ver», dice el lema de la compañía.
Cómo funcionan
Las gafas eSight cumplen esencialmente la misma función que una lupa o que los pequeños catalejos que desde hace años han servido de ayuda a personas con las mismos afecciones oculares. De hecho, la primera ventaja de las gafas eSight es que resultan menos intrusivas y aparatosas que las gafas telelupa y telescópicas convencionales. “En óptica las gafas telelupa permiten que personas con una visión inferior a la normal puedan ver de cerca, mientras que las gafas telescópicas mejoran la visión lejana, explica Valentín Sama, óptico y fotógrafo profesional. “En ambos casos se trata de ampliar las imágenes lo suficiente como para proyectar en el ojo una imagen que resulte legible.”
En este caso sin embargo en lugar de lentes ópticas se hace uso de una cámara de alta resolución y gran luminosidad que captura el entorno y todo aquello hacia lo que el usuario dirige la vista. La imagen captada se proyecta directamente a los ojos desde dos pantallas OLED situadas en el interior de las gafas. Antes esa imagen se ha procesado con una algoritmo informático que ajusta y modifica cada una de las imágenes por separado según el grado de afección de cada uno de ellos.
“La ventaja de utilizar una cámara digital respecto a los sistemas puramente ópticos como las gafas telelupa y telescópicas», dice Sama, «es que al usar una sola cámara para proyectar imágenes personalizadas de forma individual para cada ojo puede suponer una gran ventaja para conseguir una visión más armoniosa. Con los sistema puramente ópticos es poco probable conseguir una buena visión binocular.”.
Además de las variaciones específicas e individuales aplicadas por el algoritmo el usuario puede ajustar en todo momento el enfoque, el contraste e incluso puede ampliar hasta 24 veces la imagen. Por ejemplo para leer, ver la hora en el reloj de pulsera o al ver la televisión. Estas funciones se controlan desde un pequeño mando que el paciente lleva en el bolsillo y que puede usar cuando lo necesite sin necesidad de quitarse las gafas. Por lo demás para utilizar las gafas no hace falta usar manos. La autonomía de la batería de las eSight 3 es de entre tres y cuatro horas. Un poco escasa por ahora, aunque se podrá ampliar con baterías externas para evitar el exceso de peso de las gafas.
Las gafas, además,permiten tomar fotografías y proyectar contenidos como vídeo en streaming o videojuegos que se reciben en las gafas a través de la conexión Bluetooth o wifi o del conector HDMI que incorpora. El fabricante de las gafas eSight no desvela directamente cuál es el aunque asegura que esta tercera generación “es más asequible”. Según Mashable la nueva versión de eSight costará unos 10.000 euros y aunque la posibilidad de utilizar estas gafas depende de cada caso algunos resultados obtenidos hasta ahora con estas gafas son “muy esperanzadores.”
Fuente: elpais.com