Además de usar parámetros acústicos, integra elementos sociolingüísticos que hacen la herramienta más eficaz
Un banco de voz que podrá ser utilizado por los sistemas de procuración y justicia de México es preparado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este serviría para comparar voces de personas involucradas con un crimen (como extorsión o secuestro, en los que se suelen realizar llamadas telefónicas), con las que ya se tienen guardadas de personas antes detenidas o servidores públicos del área de seguridad.
Actualmente ya existe este recurso en en la Fiscalía General de la República (FGR) y en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX). Sin embargo, su funcionalidad es limitada ya que sólo contempla parámetros acústicos para realizar las equiparaciones. Con la nueva herramienta elaborada por la institución académica, además se tomarían en cuenta las variables sociolingüísticas.
“Tiene una clasificación por nivel de estudios (primaria, secundaria, preparatoria licenciatura y posgrado), género (masculino y femenino) y edad (jóvenes, adultos y adultos mayores). Seleccionado también por rasgos lingüísticos, permitirá cerrar el conjunto de voces con las que se puede comparar una voz dubitada, así como disminuir el error en la comparación”, se informó en la gaceta de la institución.
Eso ayudaría a hacer un análisis no sólo a nivel físico (sonido), sino también del contexto social del hablante al considerar en dónde nació, creció y los modismos que usa. Sobretodo en el caso de llamadas realizadas por criminales. “Están dañadas a nivel acústico o tienen mucho ruido o, como son de celular, el ancho de banda del teléfono no permite registrar ciertas frecuencias, no se puede hacer un cotejo adecuado con los softwares que se utilizan en las procuradurías”, se indica. Por lo que examinar también otros factores, acortarían el rango de comparación y sería más certera la comparación.
Por ejemplo, hay personas en regiones de la costa de Veracruz o Guerrero en donde la ‘s’ se pronuncia de manera distinto, por lo que al tomarlo en cuenta se permitiría delimitar de manera más efectiva el origen de la persona que habla.
“Se tiene que considerar que cada lugar cuenta con un repertorio léxico específico. Si en una grabación se escucha que alguien dice ‘abanico de techo’ de seguro no es chilango, pues aquí, en la Ciudad de México, se dice ‘ventilador’, sino del norte del país”, dijo Fernanda López Escobedo, coordinadora del citado grupo y expertos en fonética forense y en lingüística forense y computacional.
Actualmente, la experta y sus colaboradores cuentan con una lista de 36 patrones lingüísticos que se encuentran en análisis. Algunos son la aspiración de a ‘s’ o el debilitamiento de la ‘d’ a nivel fonético.
Estos registros también ayudarían para hacer otro tipo de comparaciones. Por ejemplo, en la gaceta de la UNAM se menciona el caso del audio que se le atribuía a Frida Kahlo. Durante días se creyó que eran las palabras original de la pintora, hasta que varias mujeres se adjudicaron la grabación. En esos tipos de casos se podría descartar o confirmar si se tratara de la voz de alguna. Aunque no se podría conocer si de verdad se trataba de Kahlo, ya que se necesitaría una grabación indubitada de ella para comparar elementos como la acústica y elementos sociolingüísticos.
Fuente: infobae.com