Esta forma de crianza se hizo popular en los 2000, pero ahora los hijos dieron un giro total a la situación
El fenómeno de los padres helicóptero se consolidó como un estilo de crianza dominante, caracterizado por una sobreprotección constante y una intervención directa en la vida de los hijos. Sin embargo, con la irrupción de la tecnología y los cambios culturales, esta situación ha dado un giro radical, especialmente entre los miembros de la Generación Z, quienes hoy tiene una rutina con mayor libertad.
El término de ‘hiperpadres’ fue acuñado en 1969 y se refiere a los progenitores que “revolotean” constantemente alrededor de sus hijos, supervisando cada aspecto de sus vidas, desde el ámbito educativo hasta el profesional. Algo que ya no es así gracias a la tecnología.
Qué son los padres helicóptero
El término “padres helicóptero” fue introducido por primera vez por la psicóloga estadounidense Madeline Levine. Nació de la declaración de un adolescente que describió a su madre como alguien que “estaba constantemente encima de él, como un helicóptero”.
Este estilo de crianza comenzó a extenderse a principios de los años 2000, especialmente entre los mileniales.
La sobreprotección y la obsesión por evitar cualquier dificultad para los hijos llevaron a estos padres a intervenir activamente en todos los aspectos de la vida de sus hijos. Desde reclamar por notas escolares directamente a los maestros hasta involucrarse en entrevistas de trabajo, el objetivo siempre fue protegerlos y garantizarles el éxito.
Sin embargo, esta constante supervisión tuvo consecuencias: limitó la autonomía de los hijos y les dificultó desarrollar habilidades esenciales como la toma de decisiones, la tolerancia a la frustración y la resolución de problemas.
Con la llegada de aplicaciones como Find My Phone o Life360, la tecnología amplificó este fenómeno, permitiendo un control casi absoluto sobre la ubicación y las actividades de los hijos. Lo que inicialmente se diseñó como herramientas de seguridad o para localizar teléfonos robados, se transformó en una evidente invasión de la privacidad, consolidando el control parental.
Cómo la Generación Z acabó con los padres helicóptero
Curiosamente, el fenómeno de los padres helicóptero ha comenzado a diluirse entre los miembros de la Generación Z (nacidos entre mediados de los años 90 y principios de los 2010). Criados en un entorno hipertecnológico y bajo la supervisión constante de sus padres, los Gen Z han revertido la dinámica. Ahora, ellos son quienes utilizan la tecnología para controlar a sus progenitores.
La misma tecnología que antes los mantenía bajo vigilancia se ha convertido en una herramienta para rastrear la ubicación de sus padres en tiempo real, a menudo sin que estos lo sepan. Para algunos jóvenes, esto representa una forma de sentirse seguros al saber dónde están sus padres.
Además, los Gen Z, habiendo observado los errores de sus propios padres, han comenzado a rechazar activamente las características del hiperparenting. Este cambio responde, en parte, a las consecuencias visibles de este estilo de crianza: baja autonomía, poca tolerancia a la frustración y altos niveles de inseguridad en muchos de ellos. En lugar de perpetuar esta dinámica, los jóvenes buscan establecer límites más claros y una mayor independencia.
El impacto del fenómeno de los padres helicóptero también se ha trasladado al mercado laboral, donde los problemas derivados de este estilo de crianza han comenzado a manifestarse. Según una encuesta realizada por Intelligent.com en 2023, el 20% de las empresas afirmó que algunos jóvenes de la Generación Z acudían a entrevistas de trabajo acompañados por sus padres, una consecuencia del hipercontrol ejercido durante su infancia.
Además, los empleadores señalan que los recientes graduados universitarios muestran serias dificultades para adaptarse al mundo laboral:
- El 58% de las empresas considera que los nuevos empleados no están preparados para la fuerza laboral.
- Un 63% indica que los jóvenes no pueden manejar sus cargas de trabajo.
- Más del 50% asegura que los candidatos tienen expectativas salariales poco realistas y carecen de habilidades sociales básicas, como el contacto visual.
Estos problemas son, en gran medida, el resultado de los errores cometidos por generaciones anteriores. Como señaló Suzanne Lucas, experta en recursos humanos, “quienes criaron a estos Gen Z fueron los mismos padres que lucharon contra los códigos de vestimenta en las escuelas, defendieron a sus hijos de cualquier autoridad y fomentaron expectativas poco realistas”.
Qué cambio se debe hacer en la crianza actual
Frente a los errores de la hiperpaternidad, expertos como Verónica de Andrés, autora del libro Confianza total para tus hijos, sugieren un cambio de paradigma. En lugar de buscar la perfección en los hijos, los padres deben fomentar su autonomía, permitiéndoles cometer errores y aprender de ellos.
“La sobreprotección atenta contra el nivel de confianza de un chico”, señala de Andrés, recordando que el mejor aprendizaje es aquel que surge de las propias experiencias.
Este enfoque implica dejar de intervenir constantemente, confiar más en las capacidades de los hijos y darles pequeñas responsabilidades desde temprana edad. Los padres deben estar presentes, pero sin resolver todos los problemas en nombre de sus hijos. De este modo, es posible criar a una generación más segura, resiliente y preparada para enfrentar los desafíos del mundo moderno.
Fuente: infobae.com