Si bien las posibilidades son las que son y no deja de ser algo positivo para muchos, también habría que ser conscientes de los posibles efectos secundarios de esta dependencia de la tecnología para la intimidad, el placer y el contacto en general
Teniendo en cuenta que actualmente la tecnología está en todas partes, no debería sorprender que haya llegado a las relaciones íntimas y si no que se lo digan a este informático ruso y su historia de amor loca.
Desde aplicaciones de citas como Tinder que ya son más usadas que la tradicional forma de conocerse de forma casual hasta juguetes sexuales inteligentes y experiencias de realidad virtual, la tecnología sexual está transformando la forma de vivir la intimidad.
Sin ir más lejos, en una predicción que seguro hará que algunos se sonrojen, Sam Hall, el cerebro detrás de Mixed Reality Rooms, cuenta cómo el «sexo en el metaverso» podría volverse más común de lo esperado y dejar atrás a las clásicas páginas y apps para adultos en la próxima década.
«Las experiencias inmersivas son convincentes, simulan excepcionalmente bien las imágenes y, cuando se combinan con tecnología háptica, como juguetes sexuales que responden a estímulos y producen resultados físicos, proporcionarán una experiencia lo suficientemente cercana a la real», dice. Pero, ¿qué significa realmente esta revolución tecnológica para los seres humanos?
Impacto en la sexualidad humana: ¿Una mayor conexión o está provocando un gran distanciamiento?
Si bien la tecnología sexual ofrece millones de nuevas oportunidades para el placer y el acto de conocerse, también deja sobre la mesa alguna que otra pregunta compleja sobre cómo esto afecta a la capacidad humana para realmente conectar con otros.
¿Se está viviendo una conexión más profunda y mejorada gracias a estas herramientas, o se está perdiendo la autenticidad de la intimidad humana?
Por un lado, si se habla de algo que parece que está más incorporado en la sociedad, como las apps para ligar, hay que afirmar que existe el riesgo de que se dependa demasiado de la tecnología para este tipo de situaciones, y que esa parte genuina de los humanos desaparezca al esconderse detrás de un perfil —hay que dejar de lado si se trata de un perfil falso o una estafa—.
Por otro, y ya yendo a esos mundos virtuales y esos juguetes sexuales avanzados, Hall cree que estas innovaciones harán que el sexo virtual sea la norma en países tecnológicamente avanzados.
Además, asegura que podría favorecer a aquellos que tienen dificultades para encontrar pareja en la vida real y que son más vergonzosos a la hora de establecer relaciones con otras personas, como ocurre, sin ir más lejos, en Japón o culturas asiáticas en general.
«Pueden ser quienes quieran ser en estos mundos virtuales y, en teoría, no habrá límite para las experiencias que puedan disfrutar», dice. «La gente ya utiliza juegos multijugador en línea y simulaciones que replican el sexo virtualmente con sus parejas y con extraños», añade.
Aunque todo esto suena a una película futurista, hay que ser también un poco realistas: esto no va a suceder de la noche a la mañana. Aunque ya hay gente buscando el amor en el metaverso, la integración completa de la realidad virtual, el metaverso y los juguetes sexuales aún está en pañales, aunque eso no significa que no vaya a ocurrir.
Fuente: computerhoy.com