Cada año, las mujeres embarazadas del mundo, los pacientes con riesgo de insuficiencia renal y las personas susceptibles de padecer infecciones de las vías urinarias (UTI, por sus siglas en inglés) generan millones de análisis de orina de laboratorio. Estas pruebas consumen mucho dinero y tiempo tanto a los pacientes como a los médicos, porque incluyen una visita a un médico, una derivación a un laboratorio y hasta tres días de espera de los resultados.
Este inconveniente disuade a muchos de ellos de someterse a pruebas de detección anuales, las cuales podrían contribuir a evitar la diálisis o incluso a un trasplante si se detectan los signos tempranos de la insuficiencia renal. En la actualidad, solo el 40 % de los pacientes en riesgo en Reino Unido responde a los recordatorios de cita con su médico para una prueba de orina anual, mientras que la tasa de respuesta en EE. UU. es aún menor, de alrededor del 30 %.
Para mejorar esta situación nace el primer modelo comercial de un sistema que transforma una simple cámara de teléfono inteligente en un escáner de laboratorio. Un kit de análisis de orina doméstico desarrollado por Healthy.io, con sede en Tel Aviv (Israel), podría ahorrar a los proveedores de asistencia médica cientos de millones de euros, al detectar la enfermedad a tiempo para prevenir la insuficiencia renal. El análisis renal instantáneo de Dip.io, como ha sido bautizado el kit, también debería ahorrar tiempo e incomodidad a las mujeres embarazadas y a las personas con UTI, ya que no necesitarían acudir a un médico. Se trata del primer sistema basado en teléfonos inteligentes que recibe la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) como dispositivo de diagnóstico de grado clínico de Clase II.
Impulsar la participación
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) anunció recientemente que su primer lanzamiento comercial, con más de 2.000 pacientes diabéticos, elevó las tasas de respuesta al 72 % entre quienes no solían responder a los recordatorios. De estos, el 10 % tenía niveles elevados de proteínas en su orina, un signo temprano de enfermedad renal crónica que, si no se detecta a tiempo, acabaría en diálisis o trasplante en aproximadamente cinco años.
El sistema de Healthy.io utiliza una cámara de teléfono inteligente estándar y una tira reactiva para pruebas de orina capaz de identificar 10 indicadores distintos de enfermedades, infecciones y complicaciones relacionadas con el embarazo. El paciente solo tiene que tomar una foto de la tira reactiva encima de una tarjeta de color. La aplicación utiliza inteligencia artificial para corregir el color, en función del tipo de cámara, las condiciones de iluminación y muchas otras variables (incluso si el paciente ha sumergido la tira durante más tiempo de los dos segundos recomendados). La aplicación ofrece un análisis al instante. En los ensayos clínicos como parte del proceso de aprobación de la FDA, la precisión del sistema coincidió con los resultados de un laboratorio profesional: en la fracción del tiempo y coste y con el mínimo inconveniente para el paciente.
Para fomentar la participación, Healthy.io utiliza algoritmos de comportamiento como los que usan Facebook y Google. Los pacientes en riesgo que no habían asistido a la prueba en 18 meses fueron contactados mediante una llamada telefónica automática e invitados a hacer la prueba en casa. Alrededor de una cuarta parte de ellos se sometió a la prueba en la primera semana; el resto fueron motivados mediante avisos personalizados en función de la edad, el lugar de residencia e incluso el tipo de teléfono inteligente que tienen. Esta estrategia incrementó el cumplimiento de las recomendaciones hasta cerca del 70 %.
A los pacientes les gustó la rapidez y la comodidad del servicio (menos citas, menos viajes y menos ansiedad por el suministro de muestras), recuerda la enfermera y líder de investigación y desarrollo clínico del primer piloto del programa, Rachel Barnes, que utilizó los kits con sus pacientes. La responsable detalla: «Sabíamos que en nuestro piloto había pacientes diabéticos que nunca habíamos visto en la consulta y cuyos resultados salieron anormales».
Más de 1,8 millones de personas diagnosticadas con enfermedad renal crónica en Inglaterra, y se estima que hay un millón de enfermos más que aún no han sido diagnosticados, sostiene el fundador y CEO de Healthy.io, Yonatan Adiri. En EE. UU., se cree que unos 30 millones de adultos están afectados, pero la mayoría no lo sabe.
Los resultados indican que esta tecnología, si se adopta a nivel nacional solo en Reino Unido, podría llevar a un diagnóstico temprano de más de 33.000 casos durante cinco años, prevenir más de 1.300 muertes y permitir que más de 11.000 personas eviten la diálisis o el trasplante, con un ahorro estimado de más de unos 777 millones de euros durante el mismo período, según un análisis realizado por el Consorcio de Economía de la Salud de York (Inglaterra).
Un ensayo anterior con casi 1.000 personas en EE. UU., realizado por Healthy.io con la Fundación Nacional del Riñón y el proveedor de servicios médicos Geisinger, encontró un índice de respuesta similar del 72 % y resultó popular entre los pacientes. El director científico de la fundación, Kerry Willis, concluye: «Esta nueva prueba tiene el potencial de ayudar a millones de pacientes a descubrir que tienen una enfermedad renal crónica, a tiempo para prevenir el avance a la insuficiencia renal».
Tras su éxito en el piloto, Healthy.io planea implementar el sistema en todo el sistema público de salud de Reino Unido y extenderlo a pacientes con hipertensión y cuidados por maternidad. Mientras tanto, hay otro piloto en marcha con el grupo farmacéutico Boots UK que permitiría a las mujeres que creen que sufren infecciones de las vías urinarias realizarse una autoevaluación para recibir tratamiento farmacéutico inmediatamente sin tener que ir a un médico ni esperar los resultados de laboratorio. Los resultados finales de ese programa se comunicarán en mayo
Análisis desde casa
Varias compañías también están desarrollando pruebas de orina basadas en cámaras de teléfonos inteligentes, como por ejemplo Testcard en Reino Unido y Scanwell en EE. UU., que cuenta con la aprobación de la Clase I de la FDA para una tira reactiva de dos parámetros que identifica infecciones de las vías urinarias. Y tras el anuncio de Apple de que instalará un sensor 3D en la parte posterior de sus teléfonos, Adiri afirma que Healthy.io ya está trabajando en nuevas aplicaciones, incluida la valoración de heridas crónicas. La empresa asegura que ha recibido pedidos de proveedores de asistencia médica para uso comercial de 100.000 pacientes en Israel, Reino Unido y Países Bajos durante los próximos seis meses.
«Democratizar las tecnologías de laboratorio, siempre que el control de calidad sea bueno, es algo muy importante», opina el profesor de la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) y director de información de Beth Israel Deaconess Medical System en Boston (EE.UU.), John Halamka. Aún así, añade: «Queremos asegurarnos de que esas pruebas las vea un profesional cuando se obtenga un resultado».
El director científico de Janssen Clinical Innovation (Bélgica), Nigel Hughes, también advierte que dicha tecnología necesita supervisión regulatoria. El responsable advierte: «No se debería jugar con esto. Hacer rápidos descubrimientos y aprender pronto es algo que funciona en otras industrias, pero no cuando se pone en riesgo la vida de un paciente. Hace falta tiempo para eso.»
Fuente: technologyreview.es