El emprendedor colombiano David Vélez tiene 36 años y ya hizo historia en Brasil.
Junto a Edward Wible y Cristina Juqueira fundó ahí un banco digital en 2013, la misma época en que ideas similares habían empezado a surgir en Estados Unidos y en el Reino Unido.
Todo a pesar de que sus amigos le habían recomendado fehacientemente que renunciara a esa idea.
La industria financiera brasileña está dominada por cinco bancos nacionales que controlan casi 90% de los préstamos.
En el pasado reciente, gigantes internacionales como HSBC, Citibank y ABN Amor han tenido que abandonar el país al mostrarse incapaces de competir con los líderes locales del sector.
Pero hoy en día, con cuatro millones de clientes, el banco Nubank de David Vélez está valorado en más de US$1.000 millones y es el banco digital más grande del mundo, fuera de Asia.
Un ambiente duro
Vélez es una de las pocas personas que asumieron el desafío de crear una start-up exitosa y rentable en Brasil, un lugar que no está entre los más innovadores del mundo.
La economía más grande de América Latina se ubica en la posición 176 de la lista del Banco Mundial de 190 países en los que se considera hay más facilidades para comenzar un negocio.
También es una de las economías más cerradas y un lugar difícil para que prosperen actores económicos extranjeros.
Brasil sólo tiene dos «unicornios», como se conoce a los negocios tecnológicos que están valorados en más de US$1.000 millones, mientras que en Estados Unidos, el año pasado, había 132.
Las dos compañías brasileñas alcanzaron ese estatus este año, lo cual muestra cuán lento puede llegar a ser que start-ups exitosas encuentren su equilibrio.
La primera fue 99taxi, una compañía que recibió una gran inversión del grupo chino Didi Chuxing.
La segunda fue Nubank.
La oportunidad
Vélez dice que hay ventajas en un ambiente tan difícil para start-ups tecnológicas.
«En la cotidianidad de los mercados emergentes, encuentras una frustración en cada esquina. Muchos de esos asuntos que nos resultan frustrantes – como el transporte, la banca, los celulares, pagar las cuentas- son oportunidades de negocios para las compañías tecnológicas», indica.
La forma en que Nubank irrumpió en el mercado fue a través de la creación de tarjetas de crédito de bajo costo y lo hizo deshaciéndose de las oficinas físicasde un banco tradicional.
Y es que una agencia bancaria requiere que se rente o se compre un local y se contrate personal para que lo administre.
Debido al alto número de robos a entidades bancarias en Brasil, las sucursales se han convertido en una pesadilla para los clientes, quienes se tienen que someter a revisiones de seguridad parecidas a las de los aeropuertos.
Por ejemplo, a los clientes se les pide que sus computadoras portátiles sean guardadas en casilleros ubicados afuera de las filiales.
Los millennials
En su página web, Nubank se declara estar «en contra de la burocracia, el papeleo, las agencias y las centrales de atención ineficientes».
«Estamos a favor de escuchar y valorar su opinión y de merecer su confianza como cliente», promete.
Nubank, que no tiene oficinas, fue capaz de ofrecer tasas de interés más bajas a los clientes, en un país donde algunos bancos les cobran más de 400% por sobregiros o en tasas de interés de las tarjetas de crédito.
Hasta ahora su crecimiento se ha limitado a los millennials y los clientes tec, pero Nubank ha sido capaz de forzar a los cinco principales bancos de Brasil a invertir más en sus operaciones digitales.
Y es que al no tener una sucursal física, Nubank tiene canales de atención directa a sus clientes a través de internet: correo electrónico, Facebook, Twitter y la aplicación que se puede instalar en los dispositivos móviles.
Un pasado bancario
Vélez se graduó de ingeniero en la escuela de Finanzas de la Universidad de Stanford en Estados Unidos e hizo un MBA en esa misma institución.
Antes de fundar Nubank, fue socio de Sequoia Capital, uno de los primeros inversores en gigantes tecnológicos globales como Google y Apple.
Allí, estuvo a cargo de las inversiones de la empresa en América Latina.
Previamente había pasado por las divisiones de la banca de inversión y de crecimiento de equidad de Goldman Sachs, Morgan Stanley y General Atlantic.
*Este artículo se extrajo de un reportaje del periodista de la BBC Daniel Gallas, que cubre economía y negocios en Sudamérica.
Fuente: BBC