En 2010 el gigante de la tecnología, Google, se vio involucrado en un gran escándalo, luego de que se revelara que algunos vehículos de Street View pudieron recopilar correos electrónicos, contraseñas y otros datos personales de aquellas redes WiFi no protegidas por las que pasaban estos automóviles de la compañía.
Este caso, conocido como “Wi-Spy”, habría afectado a decenas de millones de personas en todo el mundo y derivó en una demanda colectiva, situación por la que la empresa desea salir lo mejor librada posible, según revela Bloomberg.
En 2013 Google se defendió al señalar que era legal interceptar redes wifi abiertas, pues eran similares a las transmisiones de radio de AM y FM, pero el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos en San Francisco rechazó ese argumento.
Es por eso que ahora la compañía desea salir lo mejor librada posible, y por ello ofreció $13 millones para resolver esta situación, a reserva de que un juez de San Francisco apruebe o no la solución propuesta.
De acuerdo con Bloomberg, en caso de que se acepte la cifra que ofrece Google, la compañía se ahorraría millones de dólares frente a la posible sanción que se baraja, además de que, esa cantidad, es menos de una sexta parte de los ingresos que generan en un solo día.
Además, la compañía aseguró que se destruirán todos los datos que recopilaron sin autorización, y que tomará medidas para ser aún más transparente a la hora de mostrar cómo trabajan con la privacidad de las personas en internet.
De esta manera, en lugar de pagar indemnizaciones a cada usuario afectado, Google solo tendría que realizar pagos a 20 los afectados que presentaron una acción legal conjunta.
Así, la tecnológica evadió una multa multimillonaria como la que se les ha aplicado a sus rivales por controversias similares. Sin embargo, la decisión todavía debe ser rectificada por un juez en San Francisco.
Fuente: elnuevodia