Si estás pensando en comprarte tu primera cámara fotográfica este artículo es para ti. Aquí descubrirás cuáles son las características más importantes y aquellas que quizás puedes dejar de lado.
¿Qué es lo que tiene que tener una buena cámara fotográfica? ¿Qué marca me conviene? ¿Cuánto me sale una nueva? ¿Qué tipo es el mejor? Todas estas preguntas seguramente se encuentren dando vueltas en tu cabeza en este momento.
Las respuestas a todas esas preguntas van a cambiar dependiendo de tus necesidades y dependiendo del tipo de uso que le pienses dar. Por eso, resulta crucial que conozcas en profundidad cuáles son las características principales a tener en cuenta para que logres elegir la cámara fotográfica que mejor se amolde a ti.
Primer paso: definir qué tipo de cámara quieres
Lo más importante, antes de sumergirte a ver los diferentes modelos y opciones, es que tengas en claro qué tipo de cámara fotográfica es la que quieres.
Por un lado están las cámaras digitales compactas, que son de uso más amateur y ofrecen imágenes con una calidad aceptable; mientras que las reflex son equipos profesionales con los que se pueden obtener fotografías de la mejor calidad.
Algo que se debe de tener en cuenta es que las reflex tienen un tamaño mayor, por lo que hay que estar preparado para transportarlas a todos lados sin que se dañen.
Segundo paso: checar el enfoque
Más allá del tipo de cámara que elijas, una característica muy importante que no debes ignorar es el enfoque que ofrece. Sin duda, este es importante ya que de él dependerá lograr que las fotos salgan bien.
Tercer paso: asegurarse de que tenga un procesador de alto rendimiento
Lo ideal, al comprar una cámara fotográfica, es realizar una buena inversión para obtener un equipo de calidad que resista el paso del tiempo. Una de las características fundamentales para que esto suceda es que el equipo cuente con un procesador de alto rendimiento.
En líneas generales, esto va a permitir que la velocidad de enfoque automático sea mayor para poder ‘disparar’ consecutivamente sin ningún tipo de problema; además habilitará acelerar en general los procesos, mejorar la resolución percibida, minimizar el ruido, mejorar el nivel de detalle y afinar el color, solo por nombrar algunas cosas.
Cuarto paso: checar las dimensiones y el peso
Este suele ser un punto que no se tiene en cuenta pero que es muy importante dependiendo del tipo de uso que le vayas a dar.
Si piensas llevarla a todos lados, incluso en viajes y aventuras, quizás te resulte más cómoda una cámara de dimensiones más pequeñas y que sea liviana. Además, es muy importante que te quede cómoda al tomarla y que resulte fácil de maniobrar.
Quinto paso: fíjate las funciones que realmente necesitas
Hoy en día las cámaras cuentan con infinidad de funciones para facilitar su uso pero, por lo general, estas incrementan el precio de los equipos. Es por esto que lo mejor es que tengas en cuenta cuáles funciones realmente vas a utilizar y de cuáles puedes prescindir
Algunas de las funciones más buscadas son: grabación de vídeo, Live View, pantalla abatible, múltiple exposición, HDR, conectividad por WIFI o Bluetooth, flash incorporado y GPS.
Sexto paso: no te dejes llevar por las marcas
Obviamente que hay marcas que son reconocidas a nivel mundial y que son sinónimo de calidad, pero eso no quiere decir que son las únicas alternativas. Hay algunas marcas más nuevas y poco conocidas que resultan una muy buena opción.
Solamente es cuestión de comparar y tomarse el tiempo de ver algunas de las reseñas para ver qué es lo que opinan otros usuarios de esos equipos.
Luego de recorrer todos estos pasos, estarás en condiciones de escoger tu cámara fotográfica ideal que podrá acompañarte en aventuras y en el día a día.