Un nuevo sistema de levitación magnética promete trenes de alta velocidad a bajo coste sin tener que gastar un dineral en nuevas infraestructuras
La compañía italiana IronLev se ha propuesto darle una vuelta de tuerca a la tecnología detrás de los velocísimos trenes flotantes y ha creado el primer sistema de levitación magnética que funciona sobre vías de tren normales.
Los trenes de levitación magnética usan una técnica llamada suspensión electro-dinámica que les permite mantenerse a flote y evitar el rozamiento con los raíles, permitiéndoles alcanzar velocidades de hasta 1.000 km/h. Estos sistemas suelen llevar un imán en movimiento que induce una corriente sobre un conductor que se mantiene estacionario y produce una fuerza repulsiva que aumenta con la velocidad del imán en movimiento.
Los trenes de levitación magnética son rápidos, silenciosos y apenas requieren mantenimiento, sin embargo, montar una red de trenes de este tipo es caro y requiere la construcción de grandes infraestructuras. De ahí que a los ingenieros de la compañía italiana se les ocurriera la idea de crear un sistema de levitación que se pueda aplicar en los más de 1,5 millones de kilómetros de vías férreas existentes en todo el mundo sin tener que realizar modificaciones.
Cómo funciona
La arquitectura IronLev, explican sus creadores, se basa en una configuración especial de imanes incrustados en unos patines en forma de U invertida que envuelven la vía sin tocarla. Esto, aseguran, crea un «colchón de aire que separa físicamente el vehículo de la vía» y provoca una reacción autosuficiente que evita tener que introducir electricidad de nuevo. Esto, no solo lo hace más económico que otros sistemas de levitación similares, sino que, al usar patines que rodean completamente la vía, se elimina por completo el riesgo de descarrilamiento.
Los fundadores de IronLev desarrollaron este sistema de suspensión para la competición Hyperloop de SpaceX, y llevan desde 2017 construyendo prototipos y haciendo pruebas del sistema.
El primero fue un demostrador de la tecnología de levitación ferromagnética pasiva en forma de U que se probó con éxito en el laboratorio. Luego usaron ese conocimiento para construir una plataforma a la que subieron un Tesla de 2 toneladas de peso que se movía «con una simple presión ligera de la mano» por unos raíles normales.
Un paso más cerca de la realidad
El último de estos prototipos se ha probado recientemente en un tramo de vía de 2 km en la ruta Adria-Mestre, en la región italiana del Véneto, una vía normal y corriente a la que no se le ha realizado ningún tipo de modificación. El equipo limitó la velocidad del sistema para sus tests y logró alcanzar los 70 km/h que esperaban.
El siguiente paso, aseguran, será construir una plataforma capaz de sostener de 20 toneladas y aumentar la velocidad a 200 km/h. Aunque IronLev asegura que su tecnología patentada es «extremadamente rentable», el medio New Atlas recuerda que los imanes permanentes pueden ser una materia prima cara debido al cuasimonopolio chino de la producción de metales de tierras raras.
«Gracias a las características de nuestra tecnología y a las fricciones independientes de la velocidad y la altura, podemos mover un vagón de 10 toneladas con la misma fuerza que se necesita para levantar una mochila de 10 kilos», afirma Luca Cesaretti, uno de los fundadores de la empresa. «Y nuestro objetivo es dividir por diez los costes de infraestructura con respecto a los sistemas existentes».
Fuente: elconfidencial.com