En Ecuador, un país de 17,5 millones de habitantes, la cobertura de energía eléctrica alcanza a 97,05 % de la población, según el último informe ‘Estadística Anual y Multianual del Sector Eléctrico Ecuatoriano’ de la Agencia de Regulación y Control de Electricidad (Arconel), publicado en 2019
En Ecuador, un país de 17,5 millones de habitantes, la cobertura de energía eléctrica alcanza a 97,05 % de la población, según el último informe ‘Estadística Anual y Multianual del Sector Eléctrico Ecuatoriano’ de la Agencia de Regulación y Control de Electricidad (Arconel), publicado en 2019. Esto quiere decir que 2,95 % (más de 500.000 personas) de sus habitantes carecen del servicio.
En el mundo, unas 789 millones de personas no tienen acceso a electricidad, según cifras del Informe de Progreso Energético de 2020, que hace seguimiento a este Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En América Latina y el Caribe, el porcentaje de la población con acceso a la electricidad llegó a 98,3 % en 2018, de acuerdo con datos que maneja el Banco Mundial. Lo que significa que aún hay un 1,7 % de ciudadanos (casi 11 millones de personas) que no cuentan con este servicio.
Como un posible aporte a esta realidad, estudiantes de la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental Yachay de Ecuador, conocida popularmente como Yachay Tech, idearon una pequeña esfera que aumenta la eficiencia de los paneles solares, explica un trabajo del periodista Edgar Romero escrito para RT.
El invento, al que bautizaron como ‘Energy Ball’ (Bola de Energía), fue creado por Ronny Velastegui, estudiante de Tecnologías de la Información (TICs); Dalena León, que estudia Física; y Emilia Iglesias, de la carrera de Química.
«¿Qué hacemos? tomamos un panel solar flexible, le ponemos esta estructura esférica encima y mejoramos su rendimiento», dice León, en entrevista con RT.
Una botella reciclada con agua adentro
El dispositivo que diseñaron consta de una base, al que se le coloca un panel solar flexible (adquirido en el mercado) y encima de este se monta la esfera.
En el prototipo, la base es de madera, mientras que la esfera es de plástico. Usaron una botella que tomaron en la basura, de las que se emplean en las peluquerías para echar gel u otras sustancias.
Esa botella, en el sistema de ‘Energy Ball’ que crearon estos estudiantes de Yachay Tech, va cargada de agua común.
Estos jóvenes aspiran a crear en un futuro sus propios contenedores en Ecuador, así como la base, a partir de plástico reciclado (para mayor durabilidad), para tener su aporte con el medioambiente.
¿Cómo funciona?
Según explica León, «la esfera sirve como una lupa», intensificando la llegada de los rayos del sol sobre el panel solar.
Además de intensificar, su forma circular hace que los rayos solares se enfoquen en un solo punto, independientemente de la dirección en la que estos lleguen.
«Entonces, lo que tú estás haciendo es mejorar el panel solar desde dos puntos de vista: uno, magnificas la intensidad; y otro, focalizas, recoges todos los rayos posibles para enfocarlos en el panel», enfatiza León.
La joven explica la importancia de ese enfoque. Señala que, en condiciones normales, la eficiencia máxima de un panel solar se alcanza cuando los rayos caen de manera perpendicular al dispositivo, es decir, a los 90°, que ocurre a una hora específica del día.
En consecuencia, con ‘Energy Ball’ se podrá tener «siempre la máxima eficiencia» del panel solar, añade la estudiante de física.
León estima que el incremento de eficiencia que hacen al panel solar es de entre 30 y 40 %. «Es significativo el cambio, porque mejorar como tal un panel solar es súper difícil, la ciencia que implica eso es súper complicada; pero, lo bueno es que no estamos modificando el panel, sino que estamos agregándole algo extra para, desde afuera, mejorarlo», detalla.
Para paseo, escuelas, viviendas en Ecuador
La energía que recibe el ‘Energy Ball’ se puede almacenar en una batería externa portátil, los comúnmente conocidos ‘power bank’, para usarla en cualquier momento.
De acuerdo con sus creadores, el prototipo que tienen actualmente es pequeño y genera la energía suficiente para dar carga a un teléfono celular o una bombilla.
Iglesias comenta que el objetivo es llevar este dispositivo a zonas rurales de Ecuador que no cuentan con energía eléctrica y que usan otras metodologías para generarla, como diésel o querosén, que es perjudicial para el medioambiente y, además, peligroso para las personas.
Uno de los usos, con un dispositivo más grande, sería para la parte de la educación. «Que se pueda tener en las escuelas de Ecuador que son bastante alejadas, si el profesor tiene alguna cosa que necesite electricidad que lo puedan usar, también para que tengan luz, para que puedan ver bien los pizarrones», señala.
Otro de sus propósitos está orientado hacia las viviendas, para brindarles electricidad, en especial la luz nocturna, y la carga de dispositivos a toda hora.
Además de ese propósito social, hay otro uso que se le puede dar a este dispositivo, mencionan sus creadores. Puede servir como ‘gadget’, puesto que al tratarse de un elemento pequeño y cuya estructura puede ser desarmable, se podría emplear para ir de campamento, senderismo u otra actividad de ese tipo; la esfera puede servir de recipiente de agua y, a su vez, brindar la utilidad de producir electricidad.
Fuente: elciudadano.com