El dinero no crece en los árboles, pero puede que la electricidad sí que lo haga algún día. Un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Iowa (EU) ha desarrollado un dispositivo que imita las ramas y las hojas de un álamo y que genera electricidad cuando dichas hojas artificiales se balancean con el viento.
Michael McCloskey, que ha dirigido el diseño del dispositivo, explica que el concepto no reemplazará a los aerogeneradores, pero que podría servir para fabricar máquinas pequeñas y visualmente discretas que conviertan el viento en electricidad.
«Sus potenciales ventajas son la estética y su menor escala, que puede permitir la recolección de energía fuera de la red», afirma McCloskey. «Nos planteamos responder a la pregunta de si se pueden obtener cantidades útiles de energía eléctrica de un dispositivo parecido a una planta. La respuesta es «posiblemente», pero la idea aún precisará de un mayor desarrollo».
McCloskey señala además, en algunas zonas urbanas, las torres de telefonía móvil ya han sido camufladas como árboles, rodeándolas de hojas que sólo sirven para mejorar su aspecto. Si se pudiera recoger energía con dichas hojas, aumentaría su funcionalidad. Estos “árboles” podrían servir, por ejemplo, para suministrar energía a los electrodomésticos.
Biomimética
El desarrollo se enmarca en el mundo de la biomimética, que es el uso de medios artificiales para imitar los procesos naturales. El concepto ha inspirado nuevas maneras de abordar campos tan variados como la informática, la fabricación o la nanotecnología.
Es poco probable que muchas personas confundan el prototipo de laboratorio de McCloskey con un árbol real. El dispositivo cuenta con un enrejado metálico, del que cuelgan una docena de aletas de plástico en forma de hojas de álamo.
Pero, más adelante, podría fabricarse un árbol artificial mucho más convincente y parecido a los reales, con decenas de miles de hojas, cada una produciendo electricidad a partir de la energía eólica.
El dispositivo funciona de la siguiente manera. Dentro de los tallos de las hojas artificiales creadas hay pequeñas láminas de plástico que liberan una carga eléctrica cuando se doblan movidas por el aire, esto es, en ellas se da la piezoelectricidad (su tensión mecánica hace que su masa adquiera una polarización eléctrica).
Las hojas fueron modeladas como las del álamo porque los tallos planos de las hojas de este árbol hacen que las láminas piezoeléctricas flexibles oscilen en un patrón regular, que optimiza su generación de energía eléctrica.
Fuente: tendencias21.net