Unos científicos han desarrollado un nuevo adhesivo seco que se une a las superficies donde se le aplica sin que lo impidan temperaturas extremas, una cualidad que haría a este producto ideal para su uso en el espacio exterior y mundos con temperaturas ambientales que no existen en la Tierra.
El asombroso producto es obra de expertos de la Universidad Case Western Reserve y del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Dayton, ambas instituciones en Estados Unidos, así como de especialistas de China.
El adhesivo, inspirado en la capacidad de las salamanquesas para caminar por techos, no pierde adherencia a temperaturas tan frías como la del nitrógeno líquido o tan calientes como la de la plata fundida, y de hecho se hace más pegajoso a medida que se incrementa el calor.
Este trabajo de investigación y desarrollo a cargo del equipo de Liming Dai, Ming Xu, Feng Du, Sabyasachi Ganguli y Ajit Roy aprovecha el desarrollo anterior de una cinta adhesiva seca de una sola cara basada en nanotubos de carbono alineados verticalmente.
Hasta donde saben los investigadores, ningún otro adhesivo seco es capaz de funcionar a tales temperaturas extremas.
Dado que el adhesivo sigue siendo útil a lo largo de un rango tan amplio de temperaturas, resulta especialmente adecuado para su uso en el espacio, donde la sombra puede ser gélida y la exposición al sol abrasadora.
Además del rango de temperaturas de aplicación, el agente adhesivo ofrece propiedades que podrían sumarse a su utilidad principal. El adhesivo conduce el calor y la electricidad, y estas propiedades también se incrementan con la temperatura. Cuando se aplica como una cinta pegajosa de doble cara, se puede usar el adhesivo para conectar entre sí componentes eléctricos y también para una gestión térmica y eléctrica.
Este adhesivo puede por tanto emplearse como material de conexión para mejorar el rendimiento de la electrónica a altas temperaturas. En los experimentos a temperatura ambiente, la cinta de nanotubos de carbono de doble cara aguantó tan fuertemente como las cintas comerciales, aplicada a varias superficies rugosas, incluyendo papel, madera, películas de plástico y paredes pintadas, mostrando que puede usarse como adhesivo conductor en infinidad de cosas, desde aparatos domésticos hasta robots escaladores.
Fuente: noticiasdelaciencia.com