Los bebés humanos son los únicos mamíferos que no pueden caminar al poco tiempo de nacer. En su lugar, se arrastran por el suelo, para luego gatear, lo que hace que respiren polvo en una concentración hasta 20 veces mayor que los adultos.
Los investigadores, de la Universidad de Purdue en EEUU, han construido un robot que también gatea, levantando polvo tal y como haría cualquier bebé. El objetivo: averiguar cómo de dañino puede ser el gateo.
Así, el robot está dotado con sensores para medir el aire y se ha probado sobre alfombras normales donadas por 25 hogares.
Los resultados se han comparado con 25 adultos, que han caminado por ellas equipados con una máscara para filtrar el aire.
Según estos resultados, los bebés son auténticas mopas humanas. Por este motivo, los científicos consideran necesario investigar las consecuencias sobre la salud de los menores que tiene esta exposición al aire con alta concentración de partículas.
Fuente: Tecnoxplora