Científicos de Estados Unidos y Turquía han usado la ciencia para engañar las cámaras infrarrojas, pues han desarrollado una especie de película flexible que les permite a los elementos fríos pasar como cálidos, y a los cálidos parecer fríos. Un descubrimiento que más allá de ser una hazaña científica increíble, también permitiría mejorar los dispositivos de camuflaje. (Lea también: Secretos sobre los pulpos antes de que se coma el próximo)
Según explica el estudio, publicado en la revista Nano Letters, el dispositivo usa electricidad para alterar las propiedades de la película para cambiar su efecto: de actuar como “un cuerpo negro” que absorbe y emite radiación electromagnética pero no la refleja, pasa a actuar como un metal que “refleja la radiación, pero no es bueno para absorberlo o emitirlo”. Su diseño, explicó Coskun Kocabas, co-autor del estudio al periódico The Guardian, está inspirado en los calamares marinos.
El material, también explican, es una mezcla de “nylon, oro y polietileno empapado en un líquido compuesto de moléculas cargadas y múltiples capas de grafeno”. El último siendo el material clave de la película, pues de por sí es bastante bueno emitiendo calor en forma de radiación. “Como resultado, cuando el dispositivo descansa sobre la mano de una persona, el calor que obtiene de la mano se emite como luz infrarroja, lo que significa que cuando una cámara térmica apunta al dispositivo, se puede ver una imagen de la mano de la persona”.
Los sorprendente es que también funciona en doble vía. Cuando a la película se le aplica voltaje, las moléculas cargadas en la capa de polietileno se incorporan dentro de las capas de grafeno, lo que reduce el nivel de luz infrarroja que el grafeno es capaz de emitir. «Básicamente estamos cambiando el grafeno en metal», aclaró Kocabas a The Guardian. (Lea acá: Científicos insertan una película en ADN de una bacteria)
Así, al aplicar tres voltios a la película, si la persona se la pone en la mano, este camuflará el calor de la mano y no se podrá ver a través de una infrarroja. Aunque seguramente el dispositivo tendrá más de un uso, sus creadores ya proponen uno: el “camuflaje adaptativo”. Lo que, por ejemplo, permitiría cubrir radiadores en satélites.
También serviría para un mejor camuflaje para las tropas, el aislamiento de naves espaciales, contenedores de almacenamiento, refugios de emergencia, atención clínica y la construcción de sistemas de calefacción y refrigeración, comenta Europa Press.
Fuente: elespectador