¿Podría un aparato leer nuestro cerebro y traducir en palabras habladas o escritas nuestros pensamientos?
Si se lograse, ello podría ser un cambio radical para los pacientes inmovilizados que carecen de la capacidad de hablar. También beneficiaría a personas con patologías que les provocan dificultades para hablar. E incluso en gente sin problemas de habla podría servirles para un mejor control de dispositivos periféricos.
Una investigación reciente, llevada a cabo por Christian Herff y Tanja Schultz, de la Universidad de Bremen en Alemania, ha explorado la viabilidad de que un dispositivo realice esa conversión de señales cerebrales a texto.
Aunque la situación, al menos por ahora, está muy lejos de la presentada por las obras de ciencia-ficción en que leer los pensamientos de alguien es tan fácil como ver una grabación en video, los científicos ya están descodificando las señales generadas en nuestros cerebros cuando hablamos o cuando escuchamos hablar.
Llama especialmente la atención el sistema Brain-to-text, en cuyo desarrollo participaron pacientes de epilepsia que ya tenían redes de electrodos implantadas como parte de una intervención para tratar su trastorno. Estas personas leyeron textos presentados en una pantalla frente a ellas, mientras se registraba su actividad cerebral. Esto fue el punto de partida de una base de datos de patrones de señales neurales que pudieran después hacerse coincidir con elementos de habla o fonemas.
Cuando los investigadores incluyeron también modelos de lenguaje y diccionarios en sus algoritmos, pudieron descodificar señales neurales y convertirlas en texto con un alto grado de precisión. “Por primera vez, mostramos que la actividad cerebral puede ser descodificada de una manera lo bastante específica como para usar tecnología de reconocimiento automático del habla en las señales cerebrales”, destaca Herff.
La actual necesidad de electrodos implantados aleja de su uso en la vida cotidiana al sistema Brain-to-text, pero sin duda ha abierto un camino que en el futuro puede conducir a avances asombrosos.
Fuente: noticiasdelaciencia.com