¿Se imaginan poder comprar un iPhone por 100 dólares? ¿O una laptop por menos de 200 dólares? ¿Y qué tal un coche nuevo por 1000 dólares?
Lo que hoy en día conocemos como mercado de la demanda y oferta daría un giro de 180 grados. Y eso precisamente es lo que quiere lograr Elon Musk, fundador de Tesla.
En 2002, las acciones que detenía en PayPal se convirtieron en 165 millones de dólares cuando eBay compró la empresa de transacciones monetarias. Desde entonces, Elon Musk se propuso emprender en negocios que no necesariamente introducen novedades, sino en lugar de esto, negocios conocidos que hacían las cosas de manera diferente, o más bien, de la manera correcta.
Todo empezó con la extrema afición de Musk por la exploración espacial. En su cabeza estaba el poder enviar un cohete a Marte para llevar un invernadero lleno de flora y poder crecer plantas y organismos vivos en la superficie del Planeta Rojo. Pero realizó muy pronto que esto era muy caro. Aunque analizando el modelo de negocio de la NASA y otras instituciones espaciales, se dio cuenta de que había manera de causar una disrupción en el sector.
Las empresas de desarrollo de cohetes y lanzamientos espaciales tradicionales compran todos sus componentes de proveedores externos: motores, sistemas de navegación, carrocería, etc. El problema está en que estos proveedores también obtenían sus piezas de otros proveedores, y estos proveedores de piezas también tienen sus propios proveedores. Esto resulta en un sobrecoste de la pieza final con el precio agregado de cada proveedor que necesita subir el precio a medida que el producto pasa por la cadena de compra para asegurar un buen margen.
La empresa espacial de Musk, SpaceX, fabrica el 85% de las piezas que utiliza, y esto reduce drásticamente el coste final de producción de sus cohetes.
Tesla sigue un mismo patrón. Fabrican el 80% de sus piezas, pero, aun así, el precio de los vehículos que fabrican sigue siendo alto por un motivo. Uno de los componentes que Tesla no fabrica son las baterías de los coches y existen solo 3 compañías fabricantes que producen el 63% de baterías en el mundo a un precio elevado. Tesla las compra a un precio de 200 dólares por kWh, y tomando en cuenta que el coche de menor capacidad energética de Tesla ofrece una capacidad de 50 mil kWh, esto se traduce en una batería que cuesta 10 mil dólares.
Esto incrementa considerablemente el precio final de los vehículos Tesla y evidentemente es algo que va en contra del modelo de negocio que les expusimos. Es por esto que Tesla está construyendo su propia fábrica de baterías junto a Panasonic para reducir este coste en un 30% como mínimo. Se ponen como objetivo final el tener baterías por un coste menor a 100 dólares por kWh, lo que reduciría el precio final a la mitad.
Si analizamos la estrategia financiera de Tesla, será de sorpresa para muchos que su éxito depende en parte de los juegos de casino. Efectivamente, Tesla vende líneas de créditos fiscales a casinos del área de Nevada, quienes se benefician de reducciones impositivas y a su vez Tesla aumenta su capacidad de capital para seguir invirtiendo en mejoras en la producción de los vehículos.
Tesla produce actualmente a pérdidas, ya que aún no llegaron a producir el número de vehículos necesarios para obtener un margen que sume ganancias. Un factor determinante es que utilizan acero para sus automóviles en lugar de aluminio. El acero es un producto de mayor calidad, pero es más difícil de moldear, y a veces esto resulta en problemas en la línea de ensamblaje que tienen que corregir.
Lo que nos lleva al último punto, y es que Tesla tiene sus fábricas en Estados Unidos. No se van a mercados donde la mano de obra es más barata, como en China o Latinoamérica, sino que ubican sus fábricas cerca de donde se encuentra la sede de la empresa, donde está el cuerpo directivo, y cerca de las personas que toman decisiones. Esto facilita la implementación de mejoras y permite tener un control más directo sobre el producto.
Tesla sigue siendo una empresa muy joven, y además en un sector como el de los vehículos eléctricos, que también tiene muy poco recorrido. El objetivo final es que cualquier persona pueda acceder a un Tesla, y lo mismo que con SpaceX, que la exploración espacial sea accesible para cualquier ser humano. Se trata de hacer cosas conocidas, pero cambiando el paradigma económico que conocemos. Haciendo las cosas de manera correcta.