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China logra reubicar un complejo de más de 4.000 metros cuadrados usando robots e inteligencia artificial

El lugar, que cuenta con más de un siglo de antigüedad, tuvo que ser desplazado para crear un espacio subterráneo de tres plantas

Poco se habla en España de la robótica aplicada a la construcción. Los equipos mecánicos que ya están jubilando albañiles sirven para casi todo, desde labores de topografía hasta colocación de cientos de ladrillos por hora. China lo ha aprovechado para mover prácticamente una barriada.

China ha sorprendido al mundo por un proyecto urbanístico que está lejos de ser común. Tal y como revela el propio gobierno de la zona de Shanghái, han desplazado de forma ‘temporal’ y con robots un complejo de edificios muy antiguos, que suponen una superficie de más de 4.000 metros cuadrados.

El que se ha postulado como el mayor proyecto de reubicación grupal de China ha permitido mover un complejo de varias viviendas usando robots y mucha inteligencia artificial, a un trepidante ritmo de 10 metros por día.

Mover complejos de casas con robots

Todo comienza en el período comprendido entre los años 1920 y 1930, cuando se comenzó a construir el llamado complejo Huanyali, un sistema de viviendas conjuntando hasta tres estructuras principales de ladrillo y madera.

El conjunto presenta el llamado estilo Shikumen, un estilo arquitectónico consistente en fusionar casas adosadas con estética occidental con patios chinos tradicionales. Huanyali está construido en Zhangyuan, en el distrito Jing’an de Shanghái.

De ahí saltamos a nuestros días, con el gobierno chino proyectando una tarea de reubicación jamás vista hasta el momento. Esta reubicación temporal implicaba construir un espacio subterráneo de tres plantas bajo Zhangyuan, con espacios culturales y comerciales, así como conexión con metro.

El problema es que Huanyali es uno de los más antiguos y mejor conservados de la zona, ya que cuenta con una historia de más de 140 años. A esto le sumamos que el desarrollo subterráneo abarca un total de 53.000 metros cuadrados.

En vez de destruir esta pieza urbanística histórica, los equipos de construcción idearon sistemas de minirrobots para la cimentación de los pilotes, robots perforadores autónomos para navegar por puertas y pasillos y tecnologías de modelado de información de construcción.

Por ejemplo, los robots autónomos de baja altura se podían controlar de forma remota para facilitar la cimentación dentro de las estructuras históricas. Además, se pudieron crear detallados planos en 3D para identificar puntos de colisión y problemas estructurales.

También se aprovecharon miles de metros de cintas transportadoras para retirar los escombros e incluso sistemas de inteligencia artificial que pudieran distinguir los espacios entre las estructuras del suelo. Sin embargo, fueron los robots de transporte los más importantes.

No es para menos, ya que según el gobierno, se usaron 432 pequeños robots hidráulicos andantes que suspendieron toda la manzana sobre ellos para poder moverla y permitir a los obreros trabajar en el desarrollo subterráneo.

Básicamente, estos robots eran gatos hidráulicos modulares, capaces cada uno de levantar nada menos que 10 toneladas. Conjuntos de sensores podían captar datos de presión, vibración y alineación, mientras que unidades de control basadas en IA gestionaban aspectos como el equilibrio y los movimientos.

Los 10 metros al día se hicieron notar, ya que fue a finales de 2023 cuando China dio el pistoletazo de salida al proyecto. Gracias a todas estas tecnologías, el barrio pudo reubicarse a unos 48 metros al oeste y 46 al norte.

El complejo, que ya ha sido reconstruido sobre sus cimientos originales, pudo volver a su sitio original el pasado día 7 de junio, después de que comenzase a volver el 19 de mayo. El gobierno local ha publicado vídeos time-lapse que revelan la magnitud del proyecto.

Fuente: elespanol.com

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