En menos de cinco meses, dos aviones Boeing 737 MAX 8 han protagonizado accidentes fatales: un vuelo en octubre de Lion Air y otro de Ethiopian Airlines el domingo.
Las autoridades investigan las causas pero la similitud entre ambos incidentes y las «fallas técnicas» en el primero han situado al software de la aeronave en el foco mediático.
En ambos casos el avión perdió altitud poco después del despegue, impactando a los pocos minutos contra el suelo, sin dejar sobrevivientes.
Además, se sabe que el vuelo de Lion Air había sufrido «problemas técnicos» un día antes del accidente, según un libro de registro de vuelo al que tuvo acceso la BBC a finales de octubre.
Este miércoles, luego de la inmensa presión internacional y de que decenas de países y aerolíneas suspendieran el uso del 7373 MAX, Boeing recomendó finalmente suspender toda su flota MAX.
La FAA, que sostuvo hasta este miércoles que el modelo de avión era seguro, explicó en un tuit que nuevas pruebas desde el sitio del accidente en Etiopía «junto con datos satelitales» llevaron a la decisión de dejar en tierra a estos aviones.
Indicó, además, que la decisión se mantendrá vigente «hasta que se realicen investigaciones adicionales», incluido el examen de las cajas negras y las grabaciones de voz de la cabina de la aeronave siniestrada en Etiopía.
Una «mejora» de software
El Boeing 737 MAX 8 es una versión actualizada del 737 que está en uso comercial desde apenas el año 2017.
Una de las diferencias con el modelo anterior es que el conocido como sensor de «ángulo de ataque» y el software conectado al mismo funcionan de manera distinta.
El software de control de vuelo es un sistema denominado MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System). Fue desarrollado por Boeing expresamente para el 737 MAX 8 y el MAX 9.
Boeing dice que ese software «no controla la aeronave en vuelos normales», sino que «mejora una parte de su comportamiento en condiciones operativas no normales».
También señala que MCAS se implementó en los aviones para mejorar su manejo y su tendencia a inclinarse en ángulos de ataque elevados.
Pero los investigadores del accidente de Indonesia descubrieron que el sensor que el software del avión pudo haber activado un sistema «anticalado», anulando los controles manuales. Eso habría podido resultar en que la nariz del avión se inclinara hacia el suelo.
Además, según una base de datos gubernamental de incidentes de aviación (a la que tuvo acceso el diario The New York Times), al menos dos pilotos que manejaron aviones Boeing 737 MAX 8 en rutas aéreas en Estados Unidos expresaron su preocupación en noviembre por cómo la nariz de la aeronave se inclinaba repentinamente hacia abajo tras activar el sistema automático.
En ambos casos, los conductores dicen que lograron retomar el control de la aeronave tras desactivar el piloto automático. Uno de los pilotos dice que el descenso comenzó dos o tres segundos después de haberlo activado.
Los problemas que experimentaron esos pilotos se asemejarían a los que tuvieron quienes manejaron el vuelo fatal de Lion Air en Indonesia el pasado octubre.
Este lunes 11 de marzo, horas después del accidente en Etiopía, Boeing emitió un comunicado en su sitio web anunciando que está trabajando en una «mejora» de ese software. En el texto, apenas menciona la tragedia de Ethiopian Airlines, pero sí vincula la «actualización» del software al accidente de Lion Air hace seis meses.
«Boeing ha estado trabajando en estrecha cooperación con la FAA en el desarrollo, planificación y certificación de la mejora de software y será aplicada en la flota 737 MAX en las próximas semanas. La actualización también incorpora los comentarios recibidos de nuestros clientes», declaró la compañía.
Posible desafío
La compañía asegura que la actualización de su software está diseñada para «hacer que una nave segura sea todavía más segura».
Pero algunos dudan que la nave sea tan segura como dice Boeing.
«Es muy pronto para especular porque todavía no tenemos la información de hasta qué punto está relacionado el accidente de Ethiopian Airlines con el de Lion Air», le dijo a la BBC Marc Szepan, un académico del Saïd Business School, en la Universidad de Oxford, Reino Unido, que trabajó como ejecutivo en la aerolínea alemana Lufthansa.
«Si es así -y esa es una gran suposición- y resulta que fue exactamente la misma causa principal y que tiene que ver con el MCAS, entonces Boeing tendrá un desafío todavía más grande por resolver».
Szepan dice que ese software «está en el corazón de la certificación de la aeronave y no es algo que se pueda cambiar sencilla y fácilmente».
«Extraordinariamente raro»
Una decena de países -incluidos China, Australia, Reino Unido y Singapur- y más de una decena de aerolíneas -como Aeroméxico y Aerolíneas Argentinas- han retirado del servicio este modelo.
Además, la Unión Europea cerró su espacio aéreo para estos aviones.
Dos días después, Canadá y Estados Unidos se sumaron a la suspensión.
Szepan dice que poner en tierra un modelo nuevo de aviones es algo «extraordinariamente raro».
«La última vez que vimos algo así fue en 2013, cuando la FAA retiró del servicio otro Boeing, el 787, por un problema con las baterías».
Szepan señala que todavía no se conoce la causa principal del accidente de Etiopía, pero advirte que «desde un punto de vista reputacional, Boeing tiene que ser muy cuidadoso».
El Boeing 737 MAX 8 fue el avión que más rápidamente vendió la compañía en toda su historia.
La crisis de seguridad de este modelo podría poner en riesgo la entrega de los cerca de 4.700 pedidos que ya tiene acordados.
Fuente: BBC