La inteligencia artificial de Aleph Alpha redacta informes financieros, resume cientos de páginas y construye chatbots expertos en el funcionamiento de una determinada empresa. Además, se aleja de los valores estadounidenses
El trabajo de Europa por desarrollar su propia inteligencia artificial (IA) generativa ha dado lugar a la creación de nuevas empresas que buscan competir e innovar en este sector, en el que reinan entidades como OpenAI o Google por sus famosos chatbots ChatGPT o Bard. Entre ellas destaca Aleph Alpha, una entidad fundada por Jonas Andrulis que quiere situar al continente europeo en la vanguardia de esta tecnología.
Concretamente, Aleph Alpha vende una inteligencia artificial generativa a compañías y gobiernos para crear una innovación eficiente, transparente y personalizable acorde a las necesidades de los clientes.
Wired indica que «los clientes de la empresa, que van desde bancos a organismos gubernamentales, utilizan el LLM de Aleph Alpha para redactar nuevos informes financieros, resumir concisamente cientos de páginas y construir chatbots expertos en el funcionamiento de una determinada empresa».
Sin embargo, el verdadero reto es hacer que la IA sea personalizable para que las organizaciones sientan que tienen el control sobre su funcionamiento, es decir, se trata de desarrollar una inteligencia artificial similar a la humana que sea aplicable a una gran variedad de tareas.
Por otro lado, Aleph Alpha también quiere establecer su presencia en la industria europea al ofrecer soluciones en múltiples idiomas, sin olvidar ninguna lengua europea en el desarrollo de dicha inteligencia artificial.
¿En qué se diferencia con ChatGPT?
A pesar de que hay bastantes dudas de que la empresa pueda competir con ChatGPT, Aleph Alpha se centrará en crear una tecnología especializada en los valores, la personalización y la transparencia de los clientes –alejándose de esta manera de las disputas que hay en Estados Unidos en cuanto a la privacidad y la seguridad de la información con las gigantes tecnológicas–.
Asimismo, Wired añade que «la industria de la IA de la Unión Europea alega que probablemente las compañías europeas sean más conscientes de cuestiones como la privacidad y la discriminación que sus homólogas estadounidenses».
Por otro lado, el enfoque de la empresa estará alejado de los valores estadounidenses, además, su compromiso con la calidad podría destacar en el ámbito de la inteligencia artificial.
Fuente: 20minutos.es