Islandia es solo la punta de un vasto continente sumergido, que tiene una superficie de 371.000 kilómetros cuadrados con posibles recursos minerales e hidrocarburos sin explotar. Según los científicos, existirían más continentes ocultos en otras partes del mundo.
Un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Durham sostiene que Islandia es la parte visible de un enorme continente oculto bajo las aguas oceánicas: se trataría de un área del supercontinente llamado Pangea, que según las teorías establecidas se dividió hace más de 50 millones de años. El territorio sumergido se extendería a lo largo de 371.000 kilómetros cuadrados, desde Groenlandia hasta la costa de Europa.
De acuerdo a una nota de prensa de la Sociedad Geológica de Estados Unidos, la investigación no solamente puede revolucionar al ámbito de las geociencias, sino además tener fuertes implicaciones políticas y jurídicas. Es que el continente sumergido podría poseer recursos energéticos y minerales sin explotar, de una gran trascendencia económica en función de su escasez a escala global.
Pero aquí no acabaría el problema, porque los científicos británicos argumentan en su investigación que probablemente estos continentes ocultos podrían descubrirse también en otras regiones del planeta. De confirmarse esta hipótesis, podría dar inicio a una verdadera «guerra internacional» por el uso de los recursos inertes sumergidos.
Recursos sumergidos
La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar establece que los estados costeros podrían aprovechar los recursos hidrocarburíferos o minerales existentes en el fondo marino, siempre y cuando pueda demostrarse científicamente que la porción sumergida forma parte de la misma estructura que la plataforma continental emergida de cada estado.
No es muy difícil imaginar las fuertes controversias que esto podría provocar por intereses económicos y geopolíticos, sobretodo en el caso de estados limítrofes o cuando un estado detenta un territorio en otro continente, como sucede en el caso de los pocos enclaves coloniales que aún existen en el planeta.
¿Pangea no se ha dividido por completo?
Pangea fue un gran supercontinente que existió hace 335 millones de años, sobre fines de la era Paleozoica y comienzos de la era Mesozoica. Agrupaba prácticamente a la totalidad de las tierras emergidas del planeta, con una superficie que alcanzaba los 93 millones de kilómetros cuadrados.
Las teorías actualmente en vigencia indican que se fracturó hace más de 50 millones de años, dando lugar a los continentes que hoy conocemos. Sin embargo, si el nuevo estudio publicado por la Geological Society of America está en lo cierto, Pangea no se habría «desarmado» por completo. En realidad, solamente lo habría hecho en la porción visible de los territorios, permaneciendo algunas uniones en forma de continentes sumergidos.
Esto explicaría el extraño caso de Islandia, que desconcierta a los especialistas. Por un lado, se cree que está construida y rodeada de corteza oceánica. Sin embargo, diferentes datos geológicos ponen esto en duda: la corteza debajo de Islandia tiene más de 40 kilómetros de espesor, o sea que es siete veces más gruesa que la corteza oceánica normal. Según los científicos, esto directamente no tiene una explicación lógica.
La existencia de un continente sumergido en las bases de Islandia podría arrojar luz sobre su extraño caso, pero además podría derrumbar en un abrir y cerrar de ojos todas las teorías establecidas en cuanto a la extensión de la corteza oceánica y continental en la región del Atlántico Norte, por un lado, y también hacer lo mismo con respecto a los conceptos relativos a los procesos de formación de las islas volcánicas en todo el globo.
¿Contará nuestro planeta con una extensa formación continental sumergida heredada de la Pangea? Nuevos estudios podrán confirmar o no esta revolucionaria idea.
Fuente: tendencias21.levante-emv.com