A la hora de reconocer caras, la Inteligencia Artificial se ha mostrado muy competentes. Incluso puede aprender por sí misma a hacerlo.
A fin de acelerar el proceso de inmigración en Francia, el aeropuerto Charles de Gaulle de París está probando un sistema de reconocimiento facial.
De esta forma se pretende mantener los altos niveles de seguridad en el país aprobados tras los ataques terroristas, a la vez que se agilizan los trámites de entrada.
La rapidez del reconocimiento facial
Según un estudio de la Universidad de California en Berkeley, publicado en la revista Nature Communications, los rasgos faciales son mucho más variables que los corporales, tales como la longitud de la mano. Y este rasgo podría haber evolucionado para ser fácilmente reconocible dentro de un grupo complejo y evitar así el caos social.
Por esa razón, el reconocimiento facial resulta tan certero a nivel biométrico. El nuevo sistema, pues, escaneará el rostro del viajero y lo comparará con su pasaporte, buscando en diferentes bases de datos para verificar que no sea una persona sospechosa.
Tal y como informa Bloomberg, esta nueva medida estaría dirigida a todos los ciudadanos de la Unión Europea, quienes podrán acceder al país con mayor velocidad que aquellas personas que provengan del resto de países gracias a un sistema biométrico automatizado.
Obviamente, uno de los escollos de estos sistemas es la posible violación de la privacidad.
También se denuncia como el problema no son solo las autoridades o la violación de la privacidad, sino que quienes venden las tecnologías biométricas de forma agresiva, tratando de ignorar sus defectos con la excusa de que son cruciales para las policías modernas.
Fuente: xatakaciencia.com