El estudio, publicado en la revista Cell Reports, destaca la capacidad del gen para adherirse a las moléculas que se derivan de la bacteria que causa la lepra y luego lograr que el sistema inmunitario la destruya.
Esta conexión entre el gen, llamado HLA-B×46:01, y la lepra ya era conocida, pero ahora este grupo de científicos considera que su aparición, a partir de una mutación, ocurrió precisamente como una adaptación evolutiva.
Los antígenos leucocitarios humanos (HLA, en inglés) son las moléculas que le permiten al sistema inmunológico identificar los agentes extraños.
Por ese motivo, los investigadores decidieron centrarse en la razón por que el HLA-B×46:01 pudo haber variado e incrementado rápidamente su presencia en un período relativamente corto.
“Usamos un algoritmo para predecir si las moléculas de la lepra pueden unirse efectivamente a esta variante del gen”, explicó a Efe Hugo Hilton, uno de los investigadores que realizó el estudio.
Debieron trabajar con ese modelo predictivo porque “es muy difícil” cultivar la bacteria de la lepra, denominada Mycobacterium leprae, en los laboratorios.
Adaptación evolutiva para combatir la lepra
Los investigadores hallaron así que el gen HLA-B×46:01 “está muy bien adaptado” para unirse a las moléculas derivadas de esta bacteria.
Según el estudio, el gen se adhiere a un conjunto muy particular de estas moléculas, lo que hace pensar que está especializado en brindar protección contra un solo patógeno o una cantidad muy pequeña de éstos.
Hilton agregó que el gen tiene “una distribución muy distintiva” y está especialmente presente en el Sudeste Asiático, una zona especialmente afectada por la enfermedad.
Según el investigador, unos 110 millones de personas del Sudeste Asiático tienen esta variación.
Para el científico, los resultados permiten comprender “por qué esta variación particular ocurrió en esa zona del mundo”.
Fuente: EFE