PEPITEM (un péptido natural inhibidor de la migración transendotelial) fue identificado por primera vez en 2015 por investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido). Ahora, en una nueva investigación, una investigación de esta misma universidad ha demostrado que PEPITEM es prometedor como un nuevo tratamiento para la osteoporosis y otros trastornos que presentan pérdida ósea, con claras ventajas sobre los medicamentos existentes.
Esta nueva publicación se recoge en ‘Cell Reports Medicine’ y muestra por primera vez que PEPITEM podría usarse como una intervención clínica novedosa y temprana para revertir el impacto de las enfermedades musculoesqueléticas relacionadas con la edad, con datos que demuestran que PEPITEM mejora la mineralización, la formación y la formación de huesos, y revierte la pérdida ósea en modelos animales de enfermedades.
Actualmente, las terapias para la osteoporosis más utilizadas (bisfosfonatos) se dirigen a los osteoclastos para prevenir una mayor pérdida ósea. Aunque existen nuevos agentes “anabólicos” que pueden promover la formación de hueso nuevo, su uso clínico tiene limitaciones: la teriparatida (hormona paratiroidea o PTH) sólo es eficaz durante 24 meses y el romosozumab (anticuerpo antiesclerostina) se asocia con enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, existen razones claras para desarrollar nuevas terapias para estimular la reparación ósea en enfermedades musculoesqueléticas relacionadas con la edad, de las cuales la osteoporosis es la más común.
En concreto, investigadores dirigidos por la doctora Helen McGettrick y la doctora Amy Naylor, del Instituto de Inflamación y Envejecimiento de la Universidad de Birmingham y el doctor James Edwards del Departamento de Ortopedia, Reumatología y Ciencias Musculoesqueléticas de Nuffield de la Universidad de Oxford (también en Reino Unido) se propuso investigar el posible impacto terapéutico de PEPITEM en estos estados patológicos.
PEPITEM es una proteína corta (péptido) natural producida en el cuerpo y que se encuentra circulando en todas las personas en niveles bajos. Los resultados de la investigación demostraron que PEPITEM regula la remodelación ósea y que aumentar la cantidad presente en el cuerpo estimula la mineralización ósea en “huesos jóvenes” que no se encuentran en un estado enfermo o preosteoporótico, y que esto se traduce en un aumento de la resistencia y densidad ósea similar a los medicamentos estándar de atención actuales (bisfosfonatos y PTH).
Sin embargo, la prueba clave para una posible nueva terapia es su capacidad para atacar el proceso de reparación natural que se ve comprometido por la edad o una enfermedad inflamatoria. Aquí, los investigadores demostraron que administrar PEPITEM adicional limita la pérdida ósea y mejora la densidad ósea en modelos animales de menopausia, que es un desencadenante común de la pérdida ósea osteoporótica en humanos. Sus estudios también mostraron hallazgos similares en modelos de enfermedad ósea inflamatoria (artritis), donde PEPITEM redujo significativamente el daño y la erosión ósea.
Estos hallazgos fueron subrayados por estudios que utilizaron tejido óseo humano, extraído de pacientes mayores durante una cirugía articular. Estos estudios demostraron que las células de personas mayores responden a PEPITEM, aumentando significativamente la maduración de los osteoblastos y su capacidad para producir y mineralizar tejidos óseos.
Su trabajo en cultivos de células y tejidos demostró que PEPITEM tiene un efecto directo sobre los osteoblastos para promover la formación de hueso, al aumentar la actividad de los osteoblastos en lugar de su número. Estudios adicionales identificaron el receptor NCAM-1 como el receptor específico de PEPITEM en los osteoblastos y sugirieron firmemente que la vía de señalización NCAM-1-b-catenina es responsable de la regulación positiva de la actividad de los osteoblastos. Este receptor y la vía son distintos de los receptores de PEPITEM que se han descrito previamente en otros tejidos.
Los investigadores también estudiaron el efecto de PEPITEM sobre los osteoclastos y la resorción ósea. En este caso, los estudios con ratones demostraron que PEPITEM reduce significativamente la cantidad de osteoclastos, lo que lleva a una reducción de la resorción mineral ósea. Posteriormente, los investigadores demostraron que la reducción de la actividad de los osteoclastos es el resultado de una sustancia soluble liberada localmente en los tejidos óseos por los osteoblastos “activados” por PEPITEM.
“Mientras que los medicamentos más utilizados, los bifosfonatos, actúan bloqueando la acción de los osteoclastos, PEPITEM actúa inclinando el equilibrio a favor de la formación ósea, sin afectar la capacidad de los osteoclastos para reabsorber regiones de tejido óseo dañado o débil a través de una remodelación ósea normal”, concluye la doctora Helen McGettrick.
Fuente: infosalus.com