Los investigadores han solicitado los permisos para comenzar los estudios con seres humanos
Un pequeño ratón arrastra penosamente sus patitas traseras por una mesa de un laboratorio de la Universidad de Northwestern. Los científicos le inyectan unas moléculas sintéticas llamadas “danzantes” cerca de la médula espinal. Un mes después el mismo ratón camina con sus cuatro patitas por la misma mesa como si nada. El fármaco ha hecho efecto.
El medicamento, según los investigadores, consigue revertir la parálisis y recuperar el tejido dañado en las lesiones medulares. En definitiva, los ratones vuelven a andar.
El sistema, explica Samuel i.Stupp, director de estudio, se basa en inyectar unas moléculas que bailan. “Son péptidos sintéticos que tienen una señal biológica que repara los tejidos dañados en la médula espinal”, explica Stupp.
Esos miles de péctidos forman unas nanofibras que se mueven rápidamente en nuestro cuerpo. Las nanofibras se inyectan alrededor de la médula espinal y al moverse, se conectan con los receptores nerviosos de la zona paralizada.
Siguiente paso: probar en humano
El equipo ya ha pedido la autorización para probarlo en humanos. Es el primer paso de lo que esperan sea el camino para la recuperación de lesiones medulares por accidentes o enfermedades degenerativas como la ELA
“La terapia envía señales a las neuronas de la médula espinal dañadas y les ordena regenerarse, construir nuevos vasos sanguíneos y formar mielina, una sustancia que rodea a las neuronas para enviar señales eléctricas entre el cerebro y el resto del cuerpo en ambas direcciones y que nos permiten sentir y movernos”, detalla Stupp.
Otra de las novedades es que la sustancia se inyecta en la médula. Otras investigaciones con resultados similares infiltraban el fármaco en el cerebro, con el consiguiente riesgo para las personas que recibían el tratamiento.
Fuente: niusdiario.es