La paciente también padecía leucemia. Los doctores ven este procedimiento como un gran avance
La tercera persona, y la primera mujer, que al parecer se curó del virus de la inmunodeficiencia humana -mejor conocido como VIH- por medio de un procedimiento médico que involucra la sangre del cordón umbilical sería una mujer habitante de Nueva York que también padece cáncer en la sangre.
Este avance abre la posibilidad de curar a más personas que sufran este tipo de enfermedades, además de avanzar con respecto a la desigualdad racial en el acceso a este tipo de tratamientos. Le contamos por qué.
De acuerdo con información del ‘New York Times’, la paciente, que es una persona racializada, recibió la sangre del cordón umbilical de un donante parcialmente compatible para tratar su leucemia
Casi los únicos procedimientos de este tipo llevados a cabo por la medicina moderna son los trasplantes de médula ósea, para los cuales se debe encontrar un donante de raza y etnia similar a la del paciente, por cuestiones médicas.
El enfoque de género y de raza
El problema radica en que numerosas minorías étnicas están infrarrepresentadas en los registros mundiales de donantes, por lo que miles de personas racializadas tienen menos posibilidad de acceder a estos tratamientos.
Ahí es donde entra la sangre del cordón umbilical, que está más disponible que las células madre adultas que normalmente se usan en los trasplantes de médula ósea, y no es necesario que coincidan tan estrechamente con el receptor, según se especifica en el artículo del periódico neoyorquino anteriormente mencionado.
Además, se cree que el progreso del VIH en mujeres es diferente frente al de los hombres y ellas representan más de la mitad de los casos de VIH en el mundo.
Aun así, según cifras citadas por el periódico, “tan solo el 11 por ciento de los participantes en los ensayos de cura son del género femenino”.
“El hecho de que sea mestiza y que sea mujer es muy importante desde el punto de vista científico y muy importante en términos del impacto en la comunidad”, explicó el doctor Steven Deeks, un médico experto en sida, de la Universidad de California, en San Francisco, que no está involucrado con el proyecto.
La primera mujer en recibir el tratamiento
Los investigadores informaron sobre algunos detalles de este nuevo caso, el martes, en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Denver, Colorado, y también resaltaron la importancia de este nuevo avance en términos de equidad.
Aseguraron que la paciente no desarrolló la enfermedad de injerto contra huésped, cuando las células madre introducidas atacan los tejidos sanos del paciente, que suele presentarse en con más frecuencia cuando el donante no está emparentado con el receptor.
Además, abandonó el hospital el día 17 después de su trasplante, que suele ser un buen indicador con respecto a la recuperación del paciente.
La doctora JingMei Hsu, médica de la paciente en Weill Cornell Medicine, también aseguró que se pudieron evitar muchos efectos secundarios brutales de un trasplante de médula ósea típico por medio de este nuevo procedimiento.
La mujer, que ya pasó la mediana edad y de quien no se reveló la edad exacta por motivos de privacidad, fue diagnosticada con VIH en junio de 2013. En marzo de 2017 le diagnosticaron leucemia mielógena aguda.
Aclararon que no está claro exactamente por qué las células madre de la sangre del cordón umbilical parecen funcionar tan bien, pero podría ser porque son más capaces de adaptarse a un nuevo entorno: “Son de recién nacidos, los cuales son más adaptables”.
Seguirán investigando al respecto, ya que auguran grandes avances médicos a raíz de este proyecto que, al parecer, salvó la vida de una mujer neoyorquina y podría abrir la posibilidad de salvar muchas más.
Fuente: eltiempo.com