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Terapia de ondas de choque extracorpórea (ESWT): evidencias clínicas para fascitis plantar y tendinitis calcificante

Dolores persistentes en tendones, fascias o articulaciones afectan a millones de personas en todo el mundo. Estas dolencias no solo limitan la movilidad, sino que también reducen de forma significativa la calidad de vida de quienes las padecen. Entre las más comunes se encuentran la fascitis plantar, el espolón calcáneo y la tendinitis calcificante del hombro, patologías que suelen volverse crónicas y que, en muchos casos, resisten a los tratamientos conservadores habituales como la fisioterapia, el reposo o los antiinflamatorios.

Ante la falta de resultados satisfactorios, tanto pacientes como profesionales de la salud buscan alternativas basadas en evidencia. En este contexto, la terapia de ondas de choque extracorpórea (Extracorporeal Shock Wave Therapy, ESWT por sus siglas en inglés) ha ganado protagonismo como opción terapéutica eficaz, no invasiva y bien tolerada.

¿Cómo funciona la ESWT?

La ESWT es un tratamiento no invasivo que emplea ondas acústicas de alta energía para estimular los tejidos lesionados. Estas ondas se aplican desde fuera del cuerpo, directamente sobre la zona afectada. El principio es sencillo: al generar una microestimulación controlada en el tejido, se activa la capacidad natural del organismo para regenerarse. Esto incluye la formación de nuevos vasos sanguíneos, la reducción de inflamación y, en algunos casos, incluso la disolución de depósitos calcificados.

La técnica es especialmente eficaz en zonas donde la circulación es escasa, como en la inserción de tendones o en la fascia plantar del pie. Además, se ha demostrado que la aplicación repetida favorece un cambio en la percepción del dolor, actuando sobre las terminaciones nerviosas y disminuyendo la sensibilidad dolorosa local.

Ejemplo en práctica: terapia de ondas de choque en Múnich

En centros médicos de Alemania, especialmente en ciudades como Múnich, la ESWT se aplica con excelentes resultados en pacientes con dolencias crónicas. En la consulta del Dr. Brockmann, se trata regularmente a personas con fascitis plantar que, tras semanas o meses de molestias, encuentran finalmente alivio y mejora funcional gracias a esta tecnología.

La experiencia clínica ha demostrado que la combinación entre diagnóstico preciso, aplicación profesional y seguimiento médico adecuado marca una gran diferencia. Muchos pacientes experimentan una reducción clara del dolor tras solo unas pocas sesiones de terapia de ondas de choque en Múnich, lo que confirma el valor práctico de este método.

Resultados visibles en clínica

Los resultados clínicos obtenidos en los últimos años refuerzan el valor terapéutico de la ESWT y han convertido esta técnica en una alternativa sólida para el manejo del dolor musculoesquelético crónico. Diversos estudios y observaciones en entornos clínicos coinciden en que la aplicación de ondas acústicas de alta energía puede inducir efectos regenerativos en tejidos blandos dañados, mejorar la microcirculación local y modular respuestas inflamatorias.

En pacientes con fascitis plantar, por ejemplo, se observa una reducción progresiva del dolor en la zona del talón, acompañada de una mejora funcional significativa del pie. Esta recuperación permite a los pacientes retomar sus actividades diarias con mayor comodidad y sin la necesidad de intervenciones más invasivas. Asimismo, el tiempo total de recuperación tiende a ser más corto en comparación con tratamientos como las infiltraciones de corticoides o el uso prolongado de ortesis plantares.

En el caso de la tendinitis calcificante del hombro, la ESWT también ha mostrado resultados notables. Muchos pacientes reportan una disminución del tamaño de los depósitos de calcio, y en algunos casos, la reabsorción completa de las calcificaciones. Esta evolución clínica suele ir acompañada de una mejora en la movilidad del hombro y una reducción marcada del dolor nocturno, que suele ser uno de los síntomas más limitantes.

El número de sesiones requeridas varía según el diagnóstico específico y la respuesta individual al tratamiento, pero en general se recomiendan entre tres y seis aplicaciones, con una frecuencia semanal. Cada sesión tiene una duración aproximada de 15 a 20 minutos. El procedimiento es ambulatorio, no requiere anestesia ni preparación previa, y se tolera bien incluso en pacientes sensibles. Tras la sesión, es posible continuar con la rutina habitual, sin necesidad de baja médica o reposo prolongado.

Alternativa real a la cirugía

La terapia de ondas de choque extracorpórea se ha consolidado como una alternativa válida a la cirugía o a las infiltraciones con corticoides. A diferencia de estos enfoques más invasivos, la ESWT no conlleva riesgos quirúngicos, no daña los tejidos y no presenta efectos secundarios relevantes. Es una opción ideal para quienes buscan una solución duradera sin pasar por el quirófano.

También destaca por su relación coste-beneficio: al no requerir tiempos de baja prolongados ni procedimientos complejos, resulta económicamente más accesible, tanto para el sistema sanitario como para el paciente.

Procedimiento paso a paso y seguridad

El procedimiento es sencillo, ambulatorio y apenas tiene efectos secundarios. Tras una exploración física y, si es necesario, una ecografía diagnóstica, se determina el punto de aplicación. A continuación, se coloca un gel sobre la piel para facilitar la transmisión de las ondas y se aplica el cabezal del dispositivo sobre la zona afectada.

Cada sesión dura entre 10 y 20 minutos. Es posible sentir una leve molestia durante la aplicación, pero esta suele disminuir con el paso de los minutos. Algunas personas notan una ligera inflamación o enrojecimiento después del tratamiento, síntomas que desaparecen en poco tiempo.

Estudios de seguimiento han confirmado la seguridad de la ESWT incluso en aplicaciones repetidas. No se han observado efectos sistémicos ni complicaciones graves, lo que la convierte en una opción viable para poblaciones sensibles, incluidos deportistas, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas.

Conclusión

La terapia de ondas de choque extracorpórea ha pasado de ser una innovación experimental a consolidarse como un tratamiento eficaz, seguro y accesible para un amplio espectro de dolencias musculoesqueléticas. Gracias a su capacidad para activar procesos de curación naturales en el cuerpo, está ayudando a pacientes a recuperar movilidad, calidad de vida y confianza.

En casos donde otros tratamientos han fracasado o no han sido bien tolerados, la ESWT representa una alternativa real y prometedora. Centros especializados como los de Múnich muestran cada día que es posible aliviar el dolor crónico sin cirugía y con tecnología de última generación.

Fuente: noticiasdelaciencia.com

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