Algunas hipótesis afirman que las causas son los aumentos mundiales en obesidad, estrés y contaminación ambiental
Para hablar de salud integral es necesario abarcar todos los aspectos de la vida como la parte sexual. Es un rubro de gran relevancia aunque gran parte de la población lo descuida o no muestra el interés suficiente. Como consecuencia, en años recientes se ha observado un incremento en las infecciones y en los embarazos no deseados.
Panorama actual de la infertilidad
En ese tenor, la infertilidad es un problema de salud mundial que afecta a millones de personas en edad de procrear en todo el planeta. Los datos disponibles de la OMS indican que entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad a nivel global. Se trata de una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino consistente en la imposibilidad de conseguir un embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales habituales sin protección.
A grandes rasgos se divide en dos grupos. La infertilidad primaria es la incapacidad de lograr un embarazo. Mientras que la infertilidad secundaria se refiere a no poder conseguir un embarazo después de una concepción previa.
De acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la OMS, la infertilidad puede deberse a factores masculinos, femeninos, a una combinación de ambos o ser idiopática. En todo caso, tanto en las mujeres como en los hombres, los factores ambientales y de estilo de vida como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la exposición a los contaminantes ambientales se han asociado con menores tasas de fecundidad.
Salud sexual en riesgo por disminución de espermatozoides en varones
Todo lo anterior conduce a un fenómeno relacionado con la infertilidad masculina: la cantidad media de gametos en el esperma ha disminuido de forma alarmante en las últimas décadas.
Según revela un estudio global publicado este noviembre en la revista Human Reproduction Update, entre 1973 y 2018 el promedio de espermatozoides en los hombres se redujo a la mitad. Con esto, pasó de 101 millones a 49 millones por mililitro de semen.
Al respecto, se han propuesto varias explicaciones sobre este descenso de la fertilidad. Dentro de las principales se menciona que los aumentos mundiales en obesidad, estrés y contaminación ambiental son los principales responsables.
Los investigadores creen que la humanidad podría estar enfrentándose a una crisis de salud reproductiva. “Creo que es otra señal de que algo va mal en el mundo y que tenemos que hacer algo al respecto. Creo que es una crisis y es mejor abordarla ahora, antes de que llegue a un punto de inflexión que puede ser irreversible”, comentó el autor principal del estudio, Hagai Levine, en sus declaraciones al periódico británico The Guardian que fueron retomadas por Statista.
Por otra parte, algunos científicos son más cautelosos con los resultados de este estudio. La concentración de espermatozoides es sin duda uno de los principales factores de la fertilidad masculina, pero no es el único. Su vitalidad, su movilidad y su forma también desempeñan un papel importante.
Fuente: saludiario.com