Algunos de los animales más venenosos del mundo se pueden encontrar en Australia, pero la criatura responsable de la mayoría de las hospitalizaciones en este país, en el periodo 2017-2018, no fue una araña, una serpiente o una medusa.
Más de una cuarta parte de las hospitalizaciones provocadas por tener contacto con un animal o una planta venenosa fueron causadas por picaduras de abejas, según un informe publicado por el Instituto Australiano de Salud y Bienestar.
El análisis, basado en los registros de admisión hospitalaria, sugirió que las picaduras de abejas estaban relacionadas con 927 (26 por ciento) de los 3,500 ingresos. La mayoría de esas hospitalizaciones se debieron a reacciones alérgicas. Las abejas y las avispas fueron las culpables de 12 de las 19 muertes relacionadas con mordeduras y picaduras venenosas en ese periodo, dijo James Harrison, portavoz del instituto.
Las picaduras de arañas se asociaron con 666 hospitalizaciones (19 por ciento), mientras que las serpientes venenosas fueron responsables de 606 ingresos (17 por ciento). Siete muertes en 2017-18 se atribuyeron a mordeduras de serpientes.
Las serpientes marrones representaron 36 por ciento (215 casos) de las hospitalizaciones, seguidas de las serpientes negras (83 casos) y las serpientes tigre (65 casos). El tipo de serpiente se desconocía en un tercio de los casos, según el mismo informe.
El gobierno de Nueva Gales del Sur señala que 100 serpientes australianas son venenosas y que 12 especies “pueden infligir una herida mortal”.
El gobierno estatal explica, en una hoja informativa, que las serpientes más peligrosas pertenecen al grupo de colmillos delanteros, que en Nueva Gales del Sur incluye la serpiente tigre, la marrón, la víbora de la muerte, la mulga o la serpiente marrón rey y algunas especies de serpientes marinas.
Sin embargo, el informe del instituto sugirió que una picadura de abeja o avispa tenía muchas más probabilidades de resultar en hospitalización.
En declaraciones a la estación de radio 3AW, Jo Douglass, jefe de Inmunología Clínica y Alergias del Royal Melbourne Hospital, dijo que el informe es útil, ya que destaca la cantidad de ingresos hospitalarios vinculados a la especie.
El especialista explicó que las personas que habían sido picadas anteriormente tenían un mayor riesgo de sufrir una reacción alérgica grave a una segunda picadura.
“Si nunca te ha picado una abeja, no vas a tener una reacción alérgica, porque esta requiere una memoria inmunitaria que en realidad forma una reacción al veneno. Por lo tanto, si nunca te han picado, no estás en riesgo”, comentó Douglass.
“Hay algunas afecciones raras que hacen que las personas corran el riesgo de sufrir reacciones alérgicas graves, pero lo más común es que el mayor factor de riesgo sea una picadura previa”, explicó.
Aunque un análisis de sangre puede mostrar si el cuerpo de una persona tiene una memoria alérgica, los científicos no están seguros de por qué algunas personas tendrán una reacción y otras no.
“[Una prueba] no siempre predice si tendrá anafilaxia. Una reacción local grande no es peligrosa en sí misma, y si no recibes una picadura durante un tiempo prolongado es probable que no empeore. El problema es si le pican varias veces en sucesión rápida”, agregó la inmunóloga.
Fuente: newsweekespanol.com