Icono del sitio INVDES

Nueva clase de bioadhesivos para implantes médicos permanentes

Unos científicos trabajan en un nuevo tipo de materiales adhesivos aptos para tejidos vivos. Estos materiales adhesivos se basan en una combinación de hidrogeles con polímeros que se comportan como pegamentos y permiten conectar, de manera segura y duradera, tejidos humanos a dispositivos terapéuticos implantados en el cuerpo, como marcapasos, bombas de insulina y articulaciones artificiales.

El equipo de investigación y desarrollo lo encabeza Jiawei Yang, del Instituto Politécnico de Worcester en Estados Unidos.

Tal como subraya Yang, los dispositivos médicos implantables están hechos de materiales muy diferentes a los que componen los seres humanos. La mayoría de tales dispositivos están hechos de materiales duros, como metal o plástico rígido. En cambio, los tejidos humanos suelen ser blandos, además de húmedos.

Existe una necesidad imperiosa de obtener mejores adhesivos, que sean blandos y húmedos, como los tejidos humanos, para que así sirvan para unir tejidos vivos con dispositivos artificiales de una manera mucho más segura y duradera. Disponiendo de tales materiales adhesivos, se podrá mejorar significativamente una buena parte de la asistencia sanitaria así como la calidad de vida de bastantes pacientes.

Yang y sus colaboradores trabajan en el desarrollo de versiones definitivas de bioadhesivos con dos capas: una de hidrogel sólido y otra de adhesivo líquido.

Los hidrogeles son materiales compuestos de agua y redes de polímeros, que son moléculas muy grandes. Las lentes de contacto blandas actuales y ciertos materiales absorbentes usados en pañales son ejemplos de hidrogeles.

El equipo de Yang trabaja en el desarrollo de un sistema modular de hidrogeles adaptados a las propiedades mecánicas de cada clase de tejido viviente donde vaya a usarse y polímeros capaces de fusionarse con tejidos humanos. Juntos, los bioadhesivos hidrogel-polímero proporcionarán una adhesión rápida, fuerte, estable y profunda en el cuerpo.

Fuente: noticiasdelaciencia.com

Salir de la versión móvil