La startup de neurotecnología de Elon Musk anuncia que busca pacientes con parálisis para probar una interfaz cerebro-computadora
Neuralink, la compañía de implantes cerebrales de Elon Musk, anunció que está un paso más cerca de poner implantes cerebrales en las personas.
La empresa declaró ayer que empezará a reclutar pacientes con parálisis para probar su implante cerebral experimental y que ha recibido la aprobación de la junta de revisión institucional de un hospital. Estas juntas son comités independientes creados para supervisar la investigación biomédica en seres humanos y señalar cualquier problema a los investigadores. Neuralink lo ha bautizado como “Prime Study”, (Estudio Primario), o Interfaz Cerebro-Computadora Preciso Implantado Robóticamente.
Neuralink no especificó dónde tendrá lugar el ensayo, y los representantes de la empresa no respondieron inmediatamente a la solicitud de entrevista enviada por correo electrónico por WIRED.
Neuralink es una de las pocas empresas que están desarrollando una interfaz cerebro-computadora (ICC), un sistema que recoge señales cerebrales, las analiza y las traduce en órdenes para controlar un dispositivo externo. En mayo, la empresa anunció en X, antes Twitter, que había recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. para realizar su primer estudio clínico en humanos, pero en ese momento no dio más detalles.
Qué pacientes busca Neuralink para probar sus implantes cerebrales
En un post publicado ayer en su página web, Neuralink asegura que el objetivo inicial de su ICC será “otorgar a las personas la capacidad de controlar el cursor o el teclado de una computadora utilizando únicamente sus pensamientos”. El ensayo clínico pondrá a prueba la seguridad del implante y el robot quirúrgico de la empresa; además, evaluará la funcionalidad de la ICC.
Neuralink creó un registro de pacientes para las personas interesadas en saber si pueden optar al estudio. En un folleto publicado en su sitio web, Neuralink anuncia que busca participantes que padezcan tetraplejia, o parálisis de las cuatro extremidades, debido a una lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y que tengan al menos 22 años. Las personas seleccionadas para participar en el estudio tendrán que realizar una combinación de nueve visitas a domicilio y en persona a lo largo de 18 meses. Neuralink prevé que el estudio durará seis años.
Según la empresa, el implante de Neuralink, del tamaño de una moneda, no es visible cuando se implanta. Registra la actividad neuronal mediante 1,024 electrodos distribuidos en 64 hilos, cada uno más fino que un cabello humano.
Cómo funciona el implante cerebral
Durante el estudio, el robot colocará quirúrgicamente el implante en una parte del cerebro que controla la intención de movimiento. Una vez en su sitio, el implante está diseñado para registrar y transmitir señales cerebrales de forma inalámbrica a una aplicación que decodifica la intención de movimiento.
La empresa no ha revelado la región exacta del cerebro en la que se incrustará el dispositivo, ni qué hospital ha dado su aprobación a la junta de revisión institucional; tampoco cuántos participantes inscribirá finalmente en el estudio.
En un show and tell de Neuralink el pasado noviembre, Musk habló de dos posibles usos del implante: ayudar a las personas con parálisis a controlar dispositivos tecnológicos y restaurar la visión. Pero en el comunicado de ayer no se menciona la prótesis visual.
Neuralink es una de las muchas empresas que se esfuerzan por sacar al mercado una ICC. Aunque estos dispositivos se utilizan experimentalmente desde los años sesenta, no hay ninguno comercializado. Otras investigaciones han permitido a personas paralíticas controlar computadoras y prótesis con el pensamiento, o utilizar una computadora para hablar, sobre todo en laboratorios.
Neuralink no está sola
Synchron, una de las competidoras de Neuralink, ha demostrado que su implante puede utilizarse en casa para que los pacientes paralíticos puedan realizar operaciones bancarias, compras y enviar correos electrónicos por internet. El implante de la empresa se asemeja a una matriz de malla flexible y se introduce por la vena yugular hasta asentarse contra el cerebro, en lugar de introducirse directamente en él.
Dos antiguos empleados de Neuralink también crearon sus propias empresas de ICC. Max Hodax, expresidente de Neuralink, fundó Science Corp. en 2021 para desarrollar una prótesis que proporcione visión artificial a los invidentes. Y Benjamin Rapoport, miembro original del equipo de Elon Musk, fundó Precision Neuroscience en 2020. A principios de este año, la empresa colocó temporalmente su implante en el cerebro de tres pacientes para probar la capacidad del dispositivo de leer y registrar la actividad eléctrica.
Jacob Robinson, profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad Rice, refiere que 18 meses es más tiempo que algunos ensayos clínicos anteriores de implantes cerebrales. Los dispositivos suelen retirarse una vez finalizado el estudio. “Creo que es una buena noticia para las personas que busquen beneficiarse de este procedimiento”, opina Robinson, quien también es CEO y cofundador de Motif Neurotech, que está desarrollando un implante cerebral para tratar la depresión. “Lo ideal sería que estas tecnologías fueran funcionales durante varios años, pero este es un gran paso en la dirección correcta”.
Fuente: es.wired.com