Pocas cosas pueden deleitar a un adulto más fácilmente que la risa efervescente y sin inhibiciones de un bebé. Sin embargo, un nuevo estudio muestra que la risa de un bebé difiere de la risa de un adulto de una manera clave: los bebés se ríen mientras exhalan e inhalan, de una manera muy similar a la de los primates no humanos.
La investigación será descrita por Disa Sauter, psicóloga y profesora asociada de la Universidad de Ámsterdam, en los Países Bajos, durante una charla en la 176a Reunión de la Sociedad Acústica de América, celebrada conjuntamente con la Semana de Acústica 2018 de la Asociación Acústica de Canadá, en el Centro de Conferencias Victoria, en Victoria, Canadá.
Junto con sus colegas, la psicóloga Mariska Kret y la estudiante graduada Dianne Venneker, de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, y Bronwen Evans, fonetóloga del ‘University College London’, Reino Unido, Sauter estudió clips de risas de 44 bebés y niños de 3 a 18 meses de edad. Se cogieron las grabaciones de vídeos ‘online’ de bebés que participaron en interacciones lúdicas. Un total de 102 oyentes, seleccionados de una población de estudiantes de Psicología, analizó las grabaciones, evaluando hasta qué punto se produjeron las risas en cada clip en la exhalación frente a la inhalación.
Risas durante la inhalación y exhalación
Sauter y sus colegas descubrieron que los bebés más pequeños comúnmente se reían tanto durante la inhalación como en la exhalación, al igual que los primates no humanos como los chimpancés. Sin embargo, en los bebés mayores estudiados, la risa se producía principalmente al exhalar, como suele ser en los niños mayores y adultos.
“Los humanos adultos a veces se ríen al inhalar, pero la proporción es notablemente diferente de la de los bebés y chimpancés. Nuestros resultados hasta ahora sugieren que se trata de un cambio gradual, en lugar de repentino”, apunta Sauter, quien señala que la transición no parece estar vinculada a ningún hito de desarrollo en particular.
Sin embargo, señala que estos resultados se basaron en los juicios de los oyentes no expertos. “Actualmente, estamos verificando esos resultados con los juicios de los fonetistas, que están haciendo anotaciones detalladas de la risa”, añade Sauter, quien cree que no hay una razón aceptada por la que los humanos, únicos entre los primates, se ríen solo al exhalar. A su juicio, una posibilidad es que sea el resultado del control vocal que los humanos desarrollan a medida que aprenden a hablar.
Los investigadores actualmente están examinando si existe un vínculo entre la cantidad de risas producidas durante la inhalación y la exhalación y las razones por las que los individuos se ríen, lo que también cambia con la edad. En bebés y niños pequeños, como en primates no humanos, la risa ocurre como resultado de juegos físicos, como las cosquillas. En personas mayores, la risa puede surgir del juego físico, pero también de las interacciones sociales.
“Más allá de eso, me interesaría ver si nuestros hallazgos se aplican a otras vocalizaciones que no sean la risa”, adelana Sauter. En última instancia, la investigación podría ofrecer información sobre la producción vocal de niños con trastornos del desarrollo. “Si sabemos cómo suenan los bebés con desarrollo normal, podría ser interesante estudiar a los bebés en riesgo para ver si hay signos muy tempranos de desarrollo atípico en sus vocalizaciones no verbales de la emoción”, concluye.
Fuente: infosalus.com