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Logran distinguir el cáncer de próstata neuroendocrino del adenocarcinoma de próstata con un análisis de sangre

Investigadores del Instituto del Cáncer Dana-Farber de Boston (Estados Unidos) y la Universidad de Trento, Italia, han desarrollado un análisis de sangre que permite detectar de manera fiable el cáncer de próstata neuroendocrino (NEPC) y diferenciarlo del adenocarcinoma de cáncer de próstata resistente a la castración (CRPC-adeno). El trabajo está publicado en ‘Cancer Discovery’.

Aproximadamente entre el 10 y el 15 por ciento de los pacientes con cáncer de próstata metastásico desarrollan NEPC. La transición implica un cambio de células cancerosas que dependen de hormonas llamadas andrógenos a células cancerosas que ya ni siquiera reconocen los andrógenos. Actualmente, NEPC se diagnostica mediante una biopsia de tejido tumoral de un sitio de tumor metastásico. Sin embargo, los médicos no siempre tienen claro cuándo realizar una biopsia. Además, las biopsias pueden no ser fiables ya que los tumores metastásicos suelen ser heterogéneos.

“A medida que los tratamientos para el cáncer de próstata se vuelven más efectivos, esperamos que surjan diferentes tipos de resistencia al tratamiento, como el cáncer de próstata neuroendocrino, que les ayude a evadir el tratamiento”, comenta la coautora principal Himisha Beltrán, profesora asociada de medicina en el Centro Lank de Oncología Genitourinaria y la División de Oncología Molecular y Celular del Instituto del Cáncer Dana-Farber.

“Esperamos que los médicos puedan utilizar este análisis de sangre para determinar si un paciente está desarrollando cáncer de próstata neuroendocrino”, señala.

En investigaciones anteriores, el equipo internacional estudió muestras de tejido de biopsias para identificar los cambios genéticos y epigenéticos relacionados con esta transición. Descubrieron que, en todo el genoma, cambios epigenéticos específicos, en forma de cambios de metilación del ADN que activan o desactivan genes, distinguen CRPC-adeno de NEPC.

Estos cambios epigenéticos se pueden detectar en la sangre porque el cuerpo arroja constantemente fragmentos de células muertas al torrente sanguíneo. Esas células provienen de todo el cuerpo, incluidos los tumores. Los fragmentos incluyen fragmentos de ADN, llamado ADN libre de células (cfDNA), junto con cualquier etiqueta y estructura epigenética que se les adhiriera cuando la célula murió.

Beltrán colaboró con un equipo computacional de la Universidad de Trento, dirigido por la doctora Francesca Demichelis, coautora principal del estudio, para crear una prueba de panel sanguíneo, llamada NEMO (panel de monitorización neuroendocrina).

“La prueba explora selectivamente el ADNcf en el plasma sanguíneo en busca de fragmentos de ADN relevantes y mide su metilación. (Debido a que la cantidad de regiones metiladas necesarias para distinguir entre células normales, CRPC-adeno y NEPC es pequeña, el panel de genes secuenciados por la prueba es mínimo y eficiente…)”, dice Demichelis.

NEMO da información de dos medidas: la fracción tumoral, una medida de la carga de enfermedad basada en la proporción entre el ADN tumoral y el ADN normal en la sangre; y el tipo de tumor, ya sea CRPC-adeno o NEPC. El tipo de tumor se informa como una puntuación en un continuo porque el cáncer de un paciente puede ser una combinación de los dos.

“No sólo capta el fenotipo neuroendocrino, sino que también puede captar subtipos en el medio, a medida que los tumores pasan de un subtipo a otro”, dice Beltrán. El equipo de Beltrán probó NEMO en varios modelos preclínicos de cáncer de próstata y en muestras de sangre de múltiples cohortes de pacientes con subtipos conocidos de cáncer de próstata. La puntuación de tipo de tumor NEMO identificó subtipos con un alto nivel de precisión.

El equipo también evaluó NEMO en dos ensayos clínicos de pacientes con CRPC agresivo. La estimación del panel de la fracción tumoral fue consistente con otras medidas aceptadas de carga de enfermedad, lo que sugiere que la prueba podría usarse para monitorear la respuesta al tratamiento al revelar si un tumor se está reduciendo o no. Esto es especialmente valioso porque las medidas de carga de enfermedad, como los niveles de antígeno prostático específico, se vuelven poco confiables cuando un tumor cambia su identidad a NEPC.

Igualmente, NEMO identificó con éxito a pacientes con NEPC en los dos ensayos clínicos basándose en informes patológicos. También identificó pacientes que no habían sido diagnosticados con NEPC pero que tenían signos de una transición a NEPC en sus informes de patología.

“Ahora que hemos demostrado de manera sólida la precisión de esta prueba de panel, estamos entusiasmados de aplicarla a preguntas clínicas. Nos gustaría determinar si esta prueba puede ayudarnos a predecir qué pacientes responden a ciertos tratamientos para el cáncer de próstata, incluidos tratamientos precisos dirigidos al cáncer de próstata neuroendocrino”, señala el investigador.

La información de un panel NEMO también puede ayudar a los médicos a seleccionar tratamientos específicos para los pacientes o ayudar a los investigadores a aprender más sobre la enfermedad. Además, añade Beltrán, el enfoque de la prueba podría aplicarse potencialmente a otras formas de cáncer para distinguir subtipos.

Fuente: infosalus.com

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