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La dieta y el ejercicio físico reducen el riesgo de padecer Alzheimer

Según un estudio publicado por el Semel Institute for Neuroscience and Human Behavior de la Universidad de Los Ángeles en California (UCLA, EU), una dieta saludable, ejercicio físico regular y un índice de masa corporal normal pueden reducir la creación y acumulación en el cerebro de las proteínas asociadas con la aparición del Alzheimer.  

En el transcurso de la investigación, 44 adultos de entre 40 y 85 años (de una media de edad de 62.6 años de edad) con pequeños cambios en su memoria pero sin demencia se sometieron a una tomografía por emisión de positrones (PET) para analizar sus cerebros. 

Los investigadores también recopilaron otras informaciones sobre los participantes, como su índice de masa corporal, sus niveles de actividad física, su dieta y otros factores de su estilo de vida. 

En concreto, los científicos estudiaron en el cerebro de los participantes la presencia de placas, depósitos de una proteína tóxica llamada beta-amiloide que se sitúan en los espacios entre las células nerviosas cerebrales; así como la presencia de enredos de proteína tau en las células cerebrales. Lo hicieron porque estas proteínas se consideran los principales indicadores de la enfermedad del Alzheimer.  

El estudio reveló cómo factores como un índice de masa corporal sano, realizar  actividad física y seguir una dieta mediterránea están relacionados con niveles de acumulación más bajos en el cerebro. La dieta mediterránea es rica en frutas, verduras, legumbres, cereales y pescado; es baja en consumo diario de carne; supone un alto consumo de grasas monoinsaturadas (una de las grasas saludables) y también supone un consumo de alcohol entre leve y moderado.

Influencia a nivel molecular 

«El hecho de que hayamos detectado la influencia a nivel molecular de estos factores del estilo de vida, antes de que haya una pérdida de memoria nos ha sorprendido», afirma el Doctor David Merrill, uno de los autores y encargados del estudio.  

Estudios anteriores habían relacionado un estilo de vida saludable con retrasos en la aparición del Alzheimer. No obstante, este nuevo trabajo es el primero en demostrar cómo algunos factores de estilo de vida tienen una influencia directa sobre las proteínas anormales en las personas con pérdida de memoria súbita, y que todavía no han sido diagnosticados de demencia, sigue diciendo Merrill. 

También se ha demostrado que los factores de vida saludables están relacionados con la reducción del encogimiento del cerebro, así como con menores tasas de atrofia en las personas con Alzheimer.  

«El estudio refuerza la importancia de mantener una vida saludable para prevenir el Alzheimer, incluso antes de desarrollar una demencia clínica significativa», explica Merrill. «Este trabajo no sólo aporta una clave a los pacientes para prevenir la enfermedad, sino también a los médicos para prevenir estos cambios».  

El siguiente paso en la investigación será combinar resultados de escáneres con estudios relacionados con la dieta, el ejercicio y otros factores de estilo de vida modificables, como el estrés o la salud cognitiva, señala Merill.

Fuente: Tendencias 21

 

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