Las arañas no son muy apreciadas por muchas personas, sobre todo por su aspecto y porque se cree que son animales agresivos.
Pero esto podría cambiar, ya que un equipo de investigación encontró que la toxina de estos arácnidos, especialmente de una especie de tarántula, podría ser clave para encontrar un analgésico que compita con los opioides en su efectividad como analgésicos, pero sin provocar adicción.
En el estudio científico, cuyos resultados fueron publicados en la revista Journal of Biological Chemistry, los investigadores modificaron el veneno neurotóxico de la tarántula Cyriopagopus schmidti, con el objetivo de producir una proteína que actúe como un analgésico.
La bióloga química de la Universidad de Queensland de Australia, Christina Schroeder, investigadora principal del proyecto, confía que sus hallazgos puedan conducir a un método alternativo para tratar el dolor sin producir dependencia a los fármacos.
Los opioides, como su nombre lo indica, son medicamentos derivados de las amapolas de opio, y se encuentran en las mejores alternativas actuales para combatir los malestares y dolores musculares.
Pero tienen un lado negativo: el uso continuo puede desarrollar una adicción a estos medicamentos, y una sobredosis puede ser mortal.
De acuerdo con el National Institute on Drug Abuse, en el 2018 más de 46 mil personas fallecieron en los Estados Unidos a causa del abuso de opioides. Este problema fue abordado por la Casa Blanca como la peor crisis de drogas en la historia.
Incluso si estos medicamentos son usados con cuidado, el paciente puede sufrir efectos secundarios como náuseas, mareos, somnolencia, estreñimiento y dificultad para respirar.
Los problemas que causan los opioides llevaron a los científicos a explorar nuevas alternativas naturales con menos efectos secundarios.
Los venenos neurotóxicos de las serpientes y tarántulas afectan el sistema nervioso y tienen propiedades paralizantes y adormecedoras que pueden explotarse para aliviar el dolor, siempre y cuando se neutralice su mortalidad.
El veneno de la tarántula Cyriopagopus schmidti se llama Huwentoxin-IV, y funciona inhibiendo la activación de los canales de sodio que regulan el voltaje necesario para el flujo de iones que pueden desencadenar receptores de dolor.
El trabajo previo con este veneno demostró que puede usarse para aliviar el dolor en las ratas:
“Nuestro estudio encontró que una mini-proteína en el veneno de tarántula de la araña de ave china, conocida como Huwentoxin-IV, se une a los receptores de dolor en el cuerpo”, explicó Schroeder.
Por el momento, el nuevo fármaco está lejos de estar listo, pero cada paso en la investigación de cómo funcionan los venenos para aliviar el dolor acerca un poco más a los científicos para desarrollarlo en un futuro próximo.
Fuente: vix.com